Donald Trump está retomando un negocio familiar devastado por los cierres y restricciones causados por la pandemia de COVID-19, y cuyos ingresos se desplomaron más de 40 por ciento en su propiedad de golf en Doral, su hotel en Washington y sus dos centros vacacionales en Escocia.
La información de las finanzas de Trump revelada al tiempo que dejaba la Casa Blanca fue apenas la más reciente mala noticia para su imperio financiero después de que bancos, agencias de bienes raíces y organizaciones de golf rompieron relaciones con su compañía después de que Trump alentó a una turba de seguidores suyos a tomar por asalto al Capitolio en Washington.
La divulgación reveló que la compañía enfrenta una cuantiosa deuda superior a los 300 millones de dólares, gran parte de la cual está obligado a pagar en los próximos cuatro años, y un pequeño punto positivo: los ingresos en su centro vacacional Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, aumentaron por varios millones de dólares.
Eric Trump, que junto con Donald Trump Jr. ha administrado Trump Organization en los últimos cuatro años, insistió a The Associated Press en una entrevista este jueves que la divulgación financiera no ofrece el panorama completo. Consideró la deuda “insignificante” y el panorama de la compañía brillante, en especial sus centros vacacionales y campos de golf.
“El negocio del golf nunca había sido tan sólido. Recibimos cientos y cientos de nuevos miembros”, afirmó, agregando que las ganancias rondan las “decenas de millones”.
Insinuando la posibilidad de crear nuevas empresas en la era pospresidencial, Eric Trump mencionó posibles acuerdos en los que el nombre de Trump se usaría en un producto o edificio por una cuota, negocio que ha generado anteriormente decenas de millones de dólares.
“Las oportunidades son infinitas”, aseguró Eric Trump, aunque se negó a dar detalles.
El informe presentado año tras año a funcionarios federales de ética muestra solo las cifras de ingresos, no de ganancias, pero el golpe asestado a los negocios de Trump parece ser generalizado.
El Club Nacional de Golf Doral, en las afueras de Miami y su mayor fuente de ingresos entre todas las propiedades de golf de la familia, obtuvo 44.2 millones de dólares en ingresos, una caída de 33 millones en comparación con 2019. El Hotel Internacional Trump en Washington, que llegó a ser frecuentado por cabilderos y diplomáticos antes que sus operaciones fueran reducidas el año pasado, generó apenas 15.1 millones de dólares en ingresos, un declive superior al 60 por ciento en comparación con las cifras de un año antes.
El club Turnberry en Escocia tuvo un ingreso menor a los 10 millones de dólares, un desplome de más de 60 por ciento. Los ingresos en el club de golf de la familia en Aberdeen también cayeron más o menos en la misma proporción.
El club Mar-a-Lago de Trump en Palm Beach, Florida, a donde el expresidente llegó el miércoles, reportó un aumento de 10 por ciento en sus ingresos, de 24.2 millones de dólares.
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