El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pedido a los manifestantes que han asaltado el Capitolio que «se vayan a casa».
No antes de emitir palabras de reconocimiento para ellos «son muy especiales» y de nuevo con mensajes sobre el supuesto robo de las últimas elecciones, «Tienen que irse a casa ahora».
Lo anterior, apelando a la necesidad de que «nadie salga herido» y al respeto a las fuerzas de seguridad.
No obstante, ha insistido en que las elecciones fueron «robadas», algo que, a su juicio, «todo el mundo sabe, especialmente la otra parte».
En este sentido, considera que los comicios de noviembre fueron «fraudulentos», una tesis que por ahora no ha avalado ningún tribunal.
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