Tegucigalpa, Honduras. A Pesar de la ordenanza municipal que prohíbe la comercialización, distribución y uso de pólvora todos los años, la capital hondureña literalmente volvió a tronar en la celebración para despedir el año 2020 y dar la bienvenida al 2021.
Al igual que el pasado 31 de diciembre, en barrios y colonias capitalinas la pólvora abundó a tal grado que daba la impresión de estar en medio de una guerra.
Los estruendos se escucharon por toda la ciudad, los juegos pirotécnicos iluminaron los cielos; de igual manera, los monigotes o “Años Viejos” como se le conocen dieron ese color tradicional en cada una de las comunidades donde se desarrolla.
Es importante mencionar que a partir de las 12:00 am de este día comienzan a quemarse los muñecos representativos en su mayoría a la clase política; tambien, en esta ocasión se observaron muchos representativos a la pandemia del Coronavirus .
Asimismo, pudieron escucharse disparos al aire realizados por personas irresponsables que obviaron las recomendaciones y advertencia de las autoridades.
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