Un equipo de investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham (EE.UU.) ha logrado por primera vez realizar exitosamente el trasplante de dos riñones porcinos a una persona con muerte cerebral en un modelo preclínico humano, según un estudio publicado este jueves en la revista American Journal of Transplantation.
El estudio se llevó a cabo en un hombre de 57 años con muerte cerebral. Los riñones trasplantados filtraron sangre, produjeron orina y no fueron rechazados por el organismo humano, permaneciendo viables hasta que finalizó el experimento, 77 horas después del trasplante.
El éxito del estudio radica en la modificación genética previa de diez genes del cerdo donador, que ayudaron a prevenir el rechazo agudo inmediato o lento. Los científicos destacan que el xenotrasplante (el trasplante de células, tejidos u órganos entre diferentes especies) podría abordar la crisis mundial de escasez de órganos.
El primer paso antes de llevarlo a la práctica
«Con este trasplante pudimos demostrar que se pude tomar un riñón de un cerdo modificado genéticamente, ponerlo en un ser humano adulto con muerte cerebral, manteniendo su integridad», destacó el cirujano Jayme Locke, uno de los autores del estudio. «Las anastomosis vasculares se mantuvieron intactas y no tuvimos ningún episodio de sangrado importante, todo lo cual es importante establecer en un modelo preclínico humano antes de llevarlo a las personas vivas», agregó.
La organización sin ánimo de lucro United Network for Organ Sharing, que administra el sistema de trasplantes de órganos en EE.UU., asegura que cerca de 107.000 personas están en lista de espera, de las cuales 90.000 buscan recibir un riñón. En promedio, de tres a cinco años es el tiempo que tardan estos últimos en recibir una respuesta; un lapso en el cual muchos de los necesitados, que depende de extenuantes tratamientos de diálisis para sobrevivir, fallecen.
Además de tratarse de una solución aparentemente factible para enfrentar la clara escasez de órganos, el avance alcanzado por los investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham es un paso significativo en el campo de los xenotrasplantes, que siempre han enfrentado varios obstáculos, entre ellos, la compatibilidad fisiológica y el rechazo inmune.
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