Una pareja de la localidad de Black Forest (Colorado, EE.UU.) fue acusada de matar a su hijo de 11 años al obligarlo a beber cuatro botellas de agua de cerca de un litro en cuatro horas sin comer ningún alimento, informó el periódico The Gazette.
Zachary Sabin fue encontrado muerto en un pañal empapado de orina el pasado 11 de marzo. La autopsia determinó que el niño falleció por «intoxicación forzada de agua». Además, presentaba moratones en la cabeza, brazos, espinillas y nalgas, así como sangre en la ceja y frente izquierdas.
De acuerdo con los documentos de arresto, Zachary sufría un problema urológico hereditario, que provocaba que se orinara en la cama. Tres semanas antes de la muerte del niño, su padre Ryan y su madrastra Tara notaron que la orina del menor era oscura, por lo que lo obligaron a beber un mínimo de dos litros de agua al día.
La noche anterior a su muerte, Zachary estuvo bebiendo agua y vomitándola, quejándose de que no quería beberla. No obstante, su padre le dijo que esto sucedía porque bebía demasiado lentamente, lo cual ocasionaba que se le acumulara aire en el estómago, y le obligó a beberse toda el agua.
Unos horas más tarde, Zachary le dijo a su padre que le dolían las piernas y sufrió un ataque. En ese momento, Ryan Sabin, presuntamente, habría pateado al menor dos veces para ordenarle que se levantara y, a pesar de todo, lo llevó a la cama.
La mañana siguiente, Ryan encontró a su hijo con espuma saliéndole por la boca y sangre en la cama. El hombre llamó a la ambulancia, pero los paramédicos no lograron salvar al niño.
Ryan y Tara Sabin actualmente están detenidos y enfrentan cargos de asesinato en primer grado, maltrato infantil con resultado de muerte y otros seis cargos menores por maltrato infantil. La Policía además sospecha que otros cinco hijos de la pareja también fueron víctimas de malos tratos por parte de sus padres.
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