Tegucigalpa, El comisionado presidente de la Superintendencia de Alianza Público Privada (SAPP), Leo Castellón, sostuvo que el capitalino aeropuerto internacional de Toncontín quedaría para vuelos locales, nacionales, regionales o centroamericanos.
De acuerdo a los planes oficiales, una vez que entre en operación el aeropuerto internacional de Palmerola, en Comayagua, en octubre próximo, Toncontín dejará de acoger o despachar vuelos internacionales.
Palmerola tendrá una capacidad para atender hasta 13 aeronaves en forma simultánea y 7 mangas de abordaje y desabordaje. De igual forma, contará con una terminal de pasajeros de unos 40 mil metros cuadrados y con más de 10 mil metros cuadrados de zonas comerciales.
El nuevo aeropuerto contará con una terminal de carga de 3 mil metros cuadrados, con tecnología de cadena fría y más de 1,200 estacionamientos techados, entre otros.
Sin embargo, sectores capitalinos, entre ellos, empresariales, económicos, sociedad civil, turísticos, obreros, políticos y de la academia, se han opuesto al cierre internacional de la terminal capitalina, pues consideran que sería el tiro de gracia para la economía de la principal ciudad del país.
Decisión
En ese sentido, Castellón dijo que “originalmente el aeropuerto capitalino cerraba operaciones en su totalidad, pues así se había decidido en ese entonces”.
“No obstante, se reconsideró la decisión, a través de una adenda y se estableció que el aeropuerto quedaría únicamente para vuelos nacionales o locales”, afirmó el funcionario.
“Ese es un tema que podría representar otras lesiones para el Estado de Honduras, si se toman al margen de la seguridad jurídica que se pretende garantizar en los contratos”, advirtió.
“Sin embargo, al tener Toncontín vuelos locales o domésticos existe la posibilidad de tener convenios con países vecinos para que esos vuelos regionales se consideren vuelos locales”, dijo.
“Es decir, un vuelo entre Tegucigalpa y Guatemala o San Salvador y Tegucigalpa se podría considerar como vuelo local dentro de ese entorno de la Unión Aduanera”, reiteró.
“Esas son las alternativas que habrá y el concesionario de todas formas, tiene que ser creativo también en ver cómo explota mejor su negocio a fin de alcanzar las metas y los indicadores de rentabilidad que ellos presentaron en su modelo económico”, afirmó.
“Por tanto, esta es la flexibilidad que existe de parte de estos contratos y la creatividad que tiene que mover el concesionario para que sirva este tipo de modelo”, sostuvo.
“Pero hay que mantener siempre que la seguridad, el costo y el beneficio de las mayorías van a superar la comodidad”, manifestó.
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