Una menor italiana de 10 años falleció por asfixia el pasado viernes 22 de enero del presente año, tras colocarse un cinturón de albornoz alrededor de su cuello, mientras participaba en un reto en la red social, “Tik Tok”.
La victima es Antonella Sicomero, quien nació en la ciudad de Palermo. La menor seria descubierta sin vida por su hermana de apenas cinco años en el baño de su domicilio.
También, es importante resaltar que el macabro reto consiste en aguantar la respiración el máximo tiempo posible, pero se recomienda a las personas en especial a los niños no realizar esos juegos que podrían ser mortales.
Dicho reto es conocido como «blackout challenge» «desafío de desmayo», en el que se debe aguantar la respiración y gana el que resista más tiempo.
La familia intentó cambiar el destino de Sicomero quien debido al desafío sufrió un desmayo y posteriormente una coma en el hospital al que fue trasladada. Los médicos del hospital infantil “Di Cristina de Palermo” informaron que era imposible que la joven despertara. Asimismo, les solicitaron a sus padres que donaran los órganos para salvar la vida de personas que requieran algún tipo de trasplante.
De igual manera, se dice que los vecinos recuerdan con nostalgia los gritos que se produjeron en la vivienda cuando la madre de la joven descubrió lo que paso en el baño de la casa.
Esta es una de miles de historias digitales que nos hacen cuestionar el verdadero aporte que las redes sociales o herramientas digitales (como se disfrazan) hacen a la humanidad. ¿Hacia dónde nos están llevando estos imperios basados en aire? ¿Qué querrá provocar en la sociedad un monstruo como Facebook, el experto en la recolección de información?¿Cuanta privacidad existe en realidad? ¿Cuánto control tenemos?
TikTok en este caso, es un perfecto ejemplo de cómo el control estaba del otro lado de la pantalla, en el aire, en el universo digital. En el espacio donde las opiniones, las sugerencias y las irresponsabilidades son fomentadas por todo tipo de personas, desde el más pequeño hasta la más grande, desde la más inocente hasta el más malicioso. Es por eso que debemos protegernos y cuestionar verdaderamente el que buscamos en estas redes. Será que en nuestro espacio físico no lo podemos encontrar?
(Foto: Noticiero Digital)
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