TEGUCIGALPA, HONDURAS
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este sábado que su país tiene la «obligación moral» de participar en la lucha contra el fentanilo en Estados Unidos.
«Tenemos la obligación moral y por humanismo, debemos de participar en el combate al consumo del fentanilo en EE.UU», dijo López Obrador en la clausura de la Conferencia de Latinoamérica y el Caribe sobre Drogas que se celebra en la ciudad colombiana de Cali.
Agregó: «Es una pandemia que están enfrentando, no es un asunto nada más cuantitativo, no es decir pierden la vida 100.000 jóvenes cada año por el consumo del fentanilo y dar la espalda y decir a nosotros no nos importa. Tenemos que actuar con humanismo y entender que independientemente de nuestras diferencias (…) están los derechos humanos».
El fentanilo es un potente opioide sintético 50 veces más fuerte que la morfina y causante de la peor crisis de drogas en la historia de Estados Unidos, donde el año pasado murieron más de 70.000 personas por sobredosis de esta sustancia.
Así, la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, busca una mayor cooperación con México y China, países a los que considera exportadores de esta droga, para frenar su flujo.
Según el Gobierno de Biden, los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación producen el fentanilo en laboratorios clandestinos mediante productos químicos y cosméticos que adquieren legalmente de China y luego lo trafican y distribuyen en territorio estadounidense.
En ese sentido, López Obrador aseguró este sábado que la idea no es eliminar el fentanilo porque «si hay consumo es que algo anda mal en esa sociedad, porque puede desaparecer el fentanilo y va a surgir otra sustancia igual de dañina o peor».
Finalmente, mencionó que los países de América Latina y el Caribe procurarán, «con inversiones propias y también con inversión de organismos financieros internacionales apoyar más la actividad productiva del campo» para «sustituir la siembra de marihuana, de amapola y coca».
En ese sentido, el mandatario mexicano considera que para enfrentar «el flagelo de la drogadicción y la violencia» se deben atender, principalmente, «las causas con un nuevo criterio, no pensar solo en medidas coercitivas».
«Tenemos que poner por delante el criterio de que la paz es fruto de la justicia, tenemos que luchar primero contra la pobreza, contra la desigualdad, para enfrentar el problema de la violencia hay que ofrecer empleos, buenos salarios, atender a los jóvenes, garantizarles la oportunidad de estudio, de trabajo», concluyó.
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