Tailandia dio inicio a su campaña de vacunación masiva para la población general con el fármaco de AstraZeneca, entre críticas y una creciente desconfianza a la gestión del gobierno debido a la lentitud del proceso.
El primer ministro, Prayut Chan-ocha, reclamó el lunes 7 de junio del 2021 (domingo 6 de junio en Ecuador) paciencia a la población al considerar como algo normal que la escasa oferta no pueda satisfacer rápidamente a la alta demanda de vacunas.
“Las vacunas se repartirán gradualmente a lo largo del mes en función del nivel de riesgo, índice de población y posibles nuevos focos”, explicó el mandatario durante el acto de inauguración de la campaña.
Las autoridades han habilitado varios centros para la inoculación del fármaco en Bangkok, epicentro del actual rebrote de casos de la covid-19 que registra el país, y donde priorizarán la vacunación de personas mayores y aquellas con enfermedades crónicas.
Sin embargo, otras provincias del país y algunos hospitales de la capital anunciaron previamente el retraso del comienzo de la campaña ante las dudas de recibir suficientes dosis.
La estrategia de Tailandia, que ya ha vacunado con la pauta completa a 1,3 millón de personas, depende principalmente de la producción nacional de 61 millones de dosis de la fórmula de Oxford-AstraZeneca, por parte de un laboratorio propiedad del rey tailandés, Vajiralongkorn.
El país es actualmente uno de los países de la región del Sudeste Asiático que menos dosis ha administrado entre su población,junto a Birmania, inmersa en una profunda crisis política, y Vietnam, que sufre escasez de suministro.
El lento avance de la vacunación, cuya primera dosis se administró entre políticos y personal sanitario el 28 de febrero, y la errática campaña informativa de la Administración han sido criticados por la oposición política y algunos sectores de la población.
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