Tegucigalpa, 1 de marzo. La presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH) Suyapa Figueroa, admitió que trabaja en el hospital San Felipe, pero no va a trabajar porque está incapacitada.
En ese sentido, dijo aceptar el hecho de que no la incluyeran en la lista del personal que está en primera línea contra el Covid-19.
Este es el caso de la doctora Johana Bermúdez, quien si fue incluida porque labora en el Instituto Hondureño de Seguridad Social y hace guardias y turnos todas las semanas en la sala Covid.
El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) concluyó la aplicación de unas 2,500 vacunas donadas por Israel, a igual número de 2,500 empleados de salud que se encuentran en primera línea contra el COVID-19.
Las restantes 2500 se aplicarán a estas mismas personas dentro de unos 25 días.
En ese orden, Figueroa reiteró que “yo trabajo también en el hospital San Felipe, ni siquiera me llamaron y aunque yo estoy incapacitada nadie me llamó para preguntarme: ¿y usted cuando se integra al hospital? siendo que usted no es paciente COVID-19, por ejemplo”.
Cuenta
“Sí, yo acepto, ahorita estoy incapacitada, que no me hayan tomado en cuenta por mi incapacidad, perfecto, creo que es una buena forma de haberme excluido del listado, sin embargo, debieron haber preguntado”, sugirió.
Señaló que “debo decir que en algunos hospitales han sido muy ejemplares en cuanto a la honestidad con la cual han escogido a su gente para ser vacunada, pero en otros centros hubo demasiada libertad”.
Sostuvo que “esa discrecionalidad no cabe en un asunto que es de vida o muerte. Cuando un médico por falta de inmunización se murió siendo que a él le correspondía ser vacunado antes que cualquier otra persona, la discrecionalidad es un atentado en contra de las personas que merecían haberse aplicado la dosis”.
“Aquí no se trata de discrecionalidad, aquí se trata de saber científicamente y técnicamente quiénes son los más expuestos para contagiarse y tienen mayor riesgo y eso no es motivo de discusión”, concluyó.
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