Tegucigalpa, 3 de julio. Con la fe y la esperanza en un ser supremo se combate en una manera más eficaz la depresión causada por la pandemia del COVID-19.
Así lo sugirió el siquiatra Javier Uclés, tras señalar que “de acuerdo a los estudios de siquiatría está comprobado que quien tiene formación religiosa posee una mejor salud mental y más equilibrio emocional”.
Aclaró que eso no quiere decir que hay que pensar que Dios lo va a arreglar todo, “pero es necesario que tengamos fe y esperanza en que nosotros nos vamos a recuperar de esto”.
“Cuando la gente cree en Dios tiene más equilibrio, estabilidad, armonía en su casa y logra sufrir menos depresión generada por la pandemia”, señaló el experto.
De igual manera “cuando la gente cree en un ser supremo, logra reducir las situaciones violentas y se puede conocer la felicidad”, señaló.
Antes se pensaba que hablar de Dios era signo de ignorancia, “pero ahora hasta la ciencia acepta que pensar en un ser divino es bueno para la siquis y fortalece el autodominio”, planteó.
Siquiatra Javier Uclés
Mientras tanto, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) reportó al 2 de julio, 21,120 casos de COVID-19, 591 fallecidos y 2,190 recuperados.
Solo
Uclés sostuvo que alguien dijo que “nadie se salva solo”, lo cual es cierto, por eso todos los hondureños tenemos que ayudarnos unos a otros “dejando a un lado las diferencias políticas, religiosas y económicas”.
Consideró además que otro factor importante es ante esta pandemia el autocontrol, “pues el nivel de depresión en el pueblo hondureño es altísimo”.
Sugirió que hay que estar alerta porque la pérdida del autocontrol es contagiosa “y de ahí a la depresión hay un paso”.
En muchos sectores del país, el hondureño ya no ríe y ya no es muy comunicativo porque siente que el COVID-19 lo rodea y “cuando piensa de esa manera las defensas se le bajan y es más vulnerable ante esa enfermedad”, analizó el experto.
Dato
90 mil pensamientos al día puede tener el ser humano
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