Teófimo López sufrió una sorprendente derrota ante el australiano George Kambosos el pasado sábado 27 de noviembre en una reñida pelea que ha sido catalogada como una de las mejores del año.
López y Kambosos sacaron chispas en el cuadrilátero y ambos resultaron evidentemente lesionados, en donde el hondureño se llevó la peor parte al terminar con su rostro ensangrentado.
Pero además de eso, un informe médico publicado días después de la pelea dio a conocer que Teófimo López estuvo a punto de perder la vida en el ring el pasado 27 de noviembre.
De acuerdo con varios médicos que fueron consultados por la cadena ESPN, el “Gringo-Catracho” sufre de “pneumomediastino”, que es la presencia de aire en mediastino.
El Mediastino es el espacio que existe en medio del tórax entre los pulmones y alrededor del corazón, por lo que algunos especialistas no entienden como pudo sobrevivir a la pelea con el australiano.
“Él podría haber muerto, seguro. Cómo respiraba, ni siquiera puedo explicártelo. Es como si alguien le atara un juego de pesas de 300 libras alrededor de su pecho … como si su cuello y su pecho estuvieran en un tornillo de banco” señaló la otorrinolaringóloga, Linda Dahl, en entrevista con ESPN.
Pero no solamente Dahl reconoció que el catracho tuvo suerte de no perder la vida, ya que también Peter Constantino, director ejecutivo del New York Head and Neck Institute, aseguró que “tiene suerte de no estar muerto. Debería de agradecer porque de verdad es muy afortunado”. “El aire rodeaba su pared torácica, su corazón y su cuello, lugares donde se supone que no debe estar el aire”, dijo Dahl, quien trabajaba como médico de primera fila para la Comisión Atlética del Estado de Nueva York.
Teófimo pensó que se trataba de asma
Al momento de ser cuestionado sobre sus problemas de salud, López pensó en un principio que solo se trataba de asma, ya que en otras ocasiones había peleado a pesar de ello y no quería volver a pospoer la pelea.
El ahora excampeón mundial también reconoció que su salud empeoró al momento en que fue a rehidratarse, ya que su garganta y cuello se hincharon y su pecho se sentía cada vez más apretado y su respiración se volvió dificultosa.
De hecho, el día de la pelea, Teófimo amaneció con dolor en el pecho, garganta y cuello, pero a pesar de esta situación saltó al cuadrilátero en donde caería ante Kambosos y luego solo sentenciaría que “no era yo el que salió al ring esa noche. Simplemente no pude ser el de siempre”.
Luego del combate Teófimo López recibió oxígeno y un médico de la comisión atlética lo dirigió a Bellevue, donde recibió nueve puntos de suturo tras haber sufrido un corte sobre su ojo izquierdo. En la madrugada del domingo 28 de noviembre una tomografía computarizada le detectó un “aire extenso” en la cavidad del cuello.
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