El analista Raúl Pineda Alvarado, sugirió al Consejo Nacional Electoral (CNE) que no debe confundir «peras con manzanas» al querer aplicar leyes en las elecciones primarias que corresponden a las generales.
La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, reanudará hoy las sesiones en ese organismo, tras permanecer una semana hospitalizada.
Durante la ausencia de Hall, asumió la presidencia del CNE de forma interina la consejera Rixi Moncada, quien, de forma unilateral, suspendió abruptamente la sesión el viernes anterior, sólo por el hecho de haber perdido una votación de 2 a 1.
Los consejeros Kelvin Aguirre y Flavio Nájera, rechazaron la descentralización de los escrutinios, que siempre ha tratado de imponer la representante de Libertad y Refundación (LIBRE).
Malicia
En ese sentido, Pineda Alvarado, dijo que “no sé si por inexperiencia o malicia, el CNE ha confundido los procesos, pues los procesos generales son de la nación y los primarios o internos son de los partidos políticos”.
“Además, los papeles que desempeña el CNE son diferentes, en las generales es protagónico, pero en las primarias e internas es relativo”, agregó.
“Entonces, vemos que en lo que respecta a las primarias, la ley ni menciona las credenciales, es decir, esos comicios se pueden celebrar sin credenciales o que éstas sean extendidas por los propios movimientos”, sostuvo.
“Pero a veces, se escuchan expresiones que casi llegan al borde del histerismo denunciando que habrá un supuesto fraude, sin embargo, este es muy difícil que se haga entre corrientes del mismo partido”, comentó.
“Un fraude se perpetra entre partidos en las elecciones generales, por lo que pensar que estas situaciones se van a dar a lo interno de los partidos, es llevar las cosas al extremo, es andar generando crisis donde no la hay”, según el experto.
“En consecuencia, hoy se pondrá a prueba la institucionalidad y el crédito personal de los miembros que integran el CNE, en el sentido que deben darse las elecciones, aunque no sean perfectas porque en ninguna parte del mundo las hay”. afirmó.
“No se debe hacer el juego a los enemigos de la democracia, que están potenciando crisis y generando problemas al interior de los organismos que van a derivar en alteraciones del orden público solamente por satisfacer ambiciones de tipo personal”, finalizó.
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