Tegucigalpa. El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), José Luis Rivera, sostuvo hoy que la empresa privada mantiene el compromiso de continuar ejecutando medidas que ayuden a prevenir más contagio del COVID-19 pero es necesario reabrir la actividad económica.
La mesa multisectorial conformada por el sector privado, iglesias, productores, sociedad civil y otros, han recomendado al gobierno seguir con la fase 1 de la apertura económica en todo el país, luego de más de cuatro meses de confinamiento.
«La empresa privada ha estado muy comprometida, cuando iniciamos el plan y que se dividió en fases, uno de esos compromisos era el seguimiento estricto de las medidas de bioseguridad; las Cámaras de Comercio y las diferentes asociaciones, hicimos programas para educar a nuestros afiliados y la industria en general», dijo.
Asimismo, expuso que «otro de los compromisos es la creación de triajes, lo cual se ha venido haciendo y ha venido a ayudar mucho a una detección temprana y al tratamiento oportuno de estos pacientes».
En ese sentido, expuso que el mercado informal es el que no ha seguido estas reglas, esto representa arriba del 60 ó 75% de la población económicamente activa, lo que equivale entre 2.5 a 3 millones de personas que están en la calle y muchas veces no siguiendo ningún protocolo de bioseguridad.
«El compromiso de las empresas se ha estado cumpliendo y se va a seguir cumpliendo y esperamos que esto se vaya diseminando y que las autoridades hagan el trabajo que no podemos hacer en la periferia y con ese mercado informal», sostuvo.
El empresario reconoció que la necesidad de la población es grande y todos comprenden la situación por lo que hay una obligación de ser respetuosos con uno mismo al aplicar las normas de bioseguridad y del mismo modo, exigir estas reglas a los clientes.
«Esos compromisos y si surgen otros, estamos seguros que les vamos a dar seguimiento y esperamos que toda la población lo haga porque este es un trabajo de todos, las 24 horas, no podemos dejar una parte de la población que no lo haga porque esa es la que seguirá creciendo en casos de COVID-19 y diseminado el virus en la población que se ha venido protegiendo», afirmó.
Rivera recordó que la pandemia ha provocado que haya más de 200 mil solicitudes de suspensiones laborales y entre el 30 y 40% de sus afiliados, probablemente no vuelvan abrir sus negocios o les va a tardar mucho tiempo para hacerlo.
«Calculamos que en el país podemos perder entre 400 y 500 mil empleos, esto es un trabajo de 10 años que ha tenido la industria y el comercio en poder crear estos empleos, eso es un golpe muy duro», calculó.
Agregó que «a diferencia de otros países que existe el seguro de empleo, en Honduras no existe, hay muchos que son cuentas propias y gente contratista, lo cual significa que si no hay trabajo, no hay paga».
Finalmente, expresó que «salvar empleos es salvar vidas, el hambre es muy mala consejera y estamos en situaciones que puede existir una hambruna muy grande y a esos puntos no queremos llegar».
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