KIEV, Ucrania. Los constantes bombardeos rusos sobre Ucrania se acercaban el martes al centro de Kiev con ataques sobre una zona residencial, mientras los mandatarios de tres países miembros de la Unión Europea preparaban una visita a la asediada capital ucraniana y el número de personas huidas del país alcanzaba los tres millones.
Poco antes del amanecer se oyeron grandes explosiones en diferentes lugares de Kiev en lo que las autoridades describieron como ataques de artillería. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, informó de docenas de muertes en ataques contra cuatro edificios de varias plantas en la ciudad.
Los ataques golpearon un distrito occidental de Kiev, interrumpiendo la calma relativa que regresó tras un avance inicial de las fuerzas rusas en los primeros días de la guerra. Los proyectiles alcanzaron un vecindario residencial de la capital y provocaron un gran incendio y una frenética operación de rescate en un edificio de departamentos de 15 plantas.
Mientras Rusia redoblaba su asalto a Kiev, los líderes de Polonia, República Checa y Eslovenia viajan el martes a la capital de Ucrania para mostrar su apoyo al país.
“El objetivo de la visita es expresar el respaldo inequívoco de la Unión Europea a Ucrania y a su libertad e independencia”, señaló el primer ministro checo, Petr Fiala, en un tuit.
Con él viajarán sus homólogos de Eslovenia, Janez Janša, y Polonia, Mateusz Morawiecki, además de Jaroslaw Kaczynski, viceprimer ministro polaco para seguridad y líder del gobernante partido conservador.
Los líderes de la UE de 27 naciones fueron “informados” del viaje pero no lo refrendaron, según funcionarios. Un funcionario de la UE que habló bajo condición de anonimato por la sensibilidad del viaje, dijo que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, había “señalado los riesgos de seguridad” del plan.
Más de tres millones de personas han huido de Ucrania desde que Rusia invadió el país el 24 de febrero, según la Organización Internacional para las Migraciones. La ONU ha descrito el éxodo a Polonia y otros países vecinos como la mayor crisis de refugiados en Europa desde la II Guerra Mundial.
Los negociadores rusos y ucranianos también tenían previsto un segundo día de conversaciones, mientras comenzaba el 20mo día de la invasión rusa en Ucrania. Cruz Roja y la agencia de refugiados de Naciones Unidas dicen que millones de personas sufren escasez de comida y medicamentos además de las amenazas inmediatas de los ataques.
El gobierno ucraniano dijo que se realizarían nuevos esfuerzos de ayuda y evacuación el martes en nueve corredores en el país, lo que incluía la región de Kiev. Pero otros intentos de evacuación han fracasado en varias ocasiones ante los combates continuos.
El Comité Internacional de Cruz Roja dijo que había una evacuación prevista con 30 autobuses desde Sumy, en el nordeste de Ucrania. La organización dijo que aún no había llevado ayuda a Mariúpol, una ciudad portuaria de 430.000 habitantes y donde las autoridades locales estiman que más de 2.300 personas han muerto en un asedio letal que ha provocado una escasez desesperada de alimentos, agua, calefacción y medicinas.
La invasión rusa ha conmocionado al mundo, trastocado el orden de seguridad europeo tras la Guerra Fría y expulsado a millones de personas de sus hogares. El ejército ruso es más grande y está mejor equipado que el ucraniano, pero sus tropas han encontrado una resistencia mayor de lo esperado, reforzada por armas enviadas por Occidente.
Cuando Rusia comenzó la guerra hace casi tres semanas, el temor a una invasión inminente atenazó a la capital ucraniana, y la población durmió una noche tras otra en estaciones de metro o abarrotó trenes para huir de la ciudad. Pero conforme se atascaba la ofensiva rusa, Kiev disfrutó de una calma relativa.
En los últimos días se han intensificado los combates a las afueras y las sirenas antiaéreas suenan de forma esporádica.
Los ataques de artillería alcanzaron el martes el distrito de Sviatoshyn, en el oeste de Kiev, junto al suburbio de Irpín que ha registrado algunas de las peores batallas de la guerra.
Las llamas salían de un edificio de 15 plantas mientras los bomberos rescataban a la gente de las escaleras en medio de una humareda. Varios pisos del bloque quedaron teñidos de negro, un impacto dejó un agujero en el suelo delante del inmueble y las ventanas de los apartamentos cercanos estaban reventadas.
Los rescatistas informaron de un muerto y varios heridos, pero dijeron que aún quedaban otros dentro.
“Ayer extinguimos un incendio, hoy otro, es muy difícil”, dijo entre lágrimas un joven bombero mientras se tomaba un breve descanso ante el edificio.
“La gente muere, y lo peor es que los niños mueren. No han vivido sus vidas y ya han visto esto, esto es lo peor”, dijo el rescatista, que solo se identificó como Andriy.
La onda expansiva de una explosión también dañó el acceso a una céntrica estación de metro que se utilizaba como refugio antibombas. Las autoridades municipales tuitearon una imagen de la fachada destruida y señalaron que los trenes ya no harían parada en la estación.
En el distrito Podilsky de Kiev, al norte de un barrio con edificios del gobierno, también fue atacado un edificio de apartamentos de 10 plantas.
Las fuerzas rusas han intensificado también los ataques nocturnos sobre los suburbios occidentales de Irpín, Hostomel y Bucha, dijo el máximo responsable de la región de Kiev, Oleksiy Kuleba, en la televisión ucraniana.
“Muchas calles (en esas zonas) se han convertido en una masa de acero y concreto. La gente lleva semanas escondida en los sótanos, y tiene miedo de salir incluso para las evacuaciones”, dijo Kuleba el martes en la televisión ucraniana.
Las fuerzas rusas también redoblaron sus ataques sobre la segunda ciudad más grande del país, Járkiv, en el este, con más de 60 ataques durante la noche, según el jefe del gobierno regional, Oleh Sinehubov.
“Hay incendios en la ciudad y no hay suficientes bomberos”, dijo.
Los proyectiles golpearon el centro de la ciudad, incluido el principal mercado y la transitada Avenida Gagarin. Los rescatistas sacaron “decenas de cuerpos de residentes civiles” de entre las ruinas de bloques de apartamentos, dijo a la televisión ucraniana.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, quiere ampliar la declaración de ley marcial hasta el 24 de abril y requerir a los hombres de entre 18 y 60 años que se queden en el país para combatir. El presidente remitió la propuesta al parlamento, que se espera vote la medida esta semana.
Se esperaba que las conversaciones entre negociadores rusos y ucranianos continuaran el martes tras concluir una sesión el lunes sin grandes avances ni rupturas.
Ambas partes habían expresado cierto optimismo en los últimos días. Mykhailo Podolyak, el colaborador de Zelenskyy, tuiteó que los negociadores hablarían sobre “la paz, el cese del fuego, el retiro inmediato de las tropas y garantías de seguridad”.
Las autoridades estadounidenses dijeron que las tropas rusas habían hecho pocos progresos en los últimos días y el lunes seguían a unos 15 kilómetros (9 millas) dle centro de Kiev. El Pentágono dijo que las fuerzas rusas habían lanzado más de 900 misiles pero aún no controlaban por entero el espacio aéreo ucraniano.
Miembros del gobierno estadounidense dijeron que China había indicado a Moscú que estaba dispuesta a prestar apoyo militar en Ucrania y respaldo financiero para ayudar a mitigar los efectos de las sanciones occidentales.
En una reunión en Roma con un importante diplomático chino, el asesor de seguridad nacional estadounidense Jake Sullivan advirtió a China en contra de ayudar a Rusia.
El Kremlin ha negado haber pedido equipamiento militar a China para utilizarlo en Ucrania.
Zhao Lijian, portavoz del Ministerio chino de Exteriores, dijo que la postura de Beijing era “completamente objetiva, imparcial y constructiva” y pretendía poner fin al conflicto.
Con cada día guerra crecía el coste humano. La fiscalía general ucraniana publicó el martes detalles de dos ataques rusos del día anterior. Un ataque de artillería alcanzó una universidad y un mercado al aire libre en la ciudad norteña de Chernígov, matando a 10 personas. En otro incidente, una mujer de 65 años murió baleada en un autobús que evacuaba a civiles de un suburbio de Kiev, según la fiscalía.
Un ataque aéreo ruso cerca de un control de carretera ucraniano causó muchos daños en un barrio céntrico de Kiev y mató a una persona, según la agencia ucraniana de emergencias.
El número de muertos en un ataque ruso el lunes contra una torre de televisión en el oeste de Ucrania subió a 19, según dijeron el martes las autoridades de la región de Rivne. Otras nueve personas resultaron heridas en el ataque a la torre de televisión en Antopol, un poblado a unos 160 kilómetros (100 millas) de Polonia, un miembro de la OTAN.
Por su parte, el Ejército ruso dijo que 20 civiles en la ciudad oriental de Donetsk, controlada por separatistas, habían muerto por un misil balístico lanzado por fuerzas ucranianas. No fue posible verificar la afirmación de forma independiente.
En Rusia, el principal programa vespertino de noticias de la televisión estatal se vio interrumpido brevemente por una mujer que entró en el estudio con una pancarta en contra de la guerra. El sitio web OVD-Info, que monitoriza las detenciones políticas, la identificó como empleada de Channel 1 y dijo que estaba bajo custodia policial./AP.
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