Es un drama humano el que vive un grupo de 102 haitianos en Choluteca, a 147 kilómetros (91.3 millas) al sur de Tegucigalpa.
Ellos se encuentran varados en esa ciudad desde hace tres meses, cuando ingresaron como un paso transitorio para llegar a la frontera de occidente y luego salir con rumbo a Estados Unidos donde pretendían ingresar de manera ilegal.
Sin embargo, el coronavirus les hizo una invitación a quedarse en tierras hondureñas, pues las autoridades ordenaron una cuarentena para cortar la cadena de transmisión de esta enfermedad.
Durante todo ese tiempo, ellos decidieron alquilar cuartos en el centro de Choluteca, quedándose sin dinero, pues les cobraban entre tres y cinco dólares al día, más los gastos de comida.
Pero hoy, ante el enojo de doña Gloria –su casera-, que esperaba el pago de los últimos días, ellos tomaron sus maletas y salieron en caravana, portando pancartas pidiendo que los dejen salir.
Durante una entrevista a un medio local, ellos dijeron que ya no pretenden irse para los Estados Unidos, sino llegar hasta México donde esperan hacer su vida.
Choluteca se ha convertido en una ciudad de paso de migrantes haitianos, cubanos y africanos, que esperar cruzar los puntos ciegos de occidente.
“Llevamos meses aquí, pero autoridades de Migración solo nos amenazan con deportaciones, sin opciones de seguir la travesía”, dijo uno de los haitianos que salió esta mañana en la caravana.
Agregó que solo han recibido ayuda de organizaciones de los derechos humanos y la DINAF.
“Las autoridades solo tienen interés de cobrarnos 185 dólares y luego no dejarnos abordar el transporte”, dijo otro de manera indignada.
“Los cientos de migrantes que aún estamos en Choluteca seguimos con fe en Dios que en algún momento los funcionarios ablanden su corazón y nos ayuden”, finalizó diciendo uno de los entrevistados.
Pero todos los migrantes salieron en caravana este día, pues muchos se quedaron en la ciudad, pues tienen miedo a la represión policial.
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