KIEV, Ucrania. Las fuerzas rusas atacaban el miércoles la región de la capital de Ucrania y otras ciudades grandes, en un intento de aplastar una defensa ucraniana que ha frustrado sus avances casi tres semanas después de invadir el país.
El avance ruso por tierra sobre Kiev seguía paralizado pese al bombardeo continuo, y aparecieron atisbos de optimismo por las conversaciones entre ambas partes. El ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov, dijo que se estaba “abordando seriamente” un estatus militar neutral para Ucrania. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, describió las demandas rusas para poner fin a la guerra como “más realistas”.
Zelenskyy dijo que las fuerzas rusas no habían podido adentrarse más en territorio ucraniano, aunque habían continuado su intenso bombardeo sobre ciudades. Los vecinos de Kiev se refugiaban en viviendas y refugios durante un toque de queda declarado en la ciudad hasta el jueves por la mañana, mientras Rusia arrojaba proyectiles sobre la urbe y sus alrededores. Un edificio de apartamentos de 12 plantas en el centro de Kiev estalló en llamas tras ser alcanzado por metralla.
“Aún hacen falta esfuerzos, hace falta paciencia”, dijo en su mensaje vespertino en video a la nación. “Cualquier guerra termina con un acuerdo”.
Los análisis de inteligencia británicos y estadounidenses respaldaban la evaluación del gobierno ucraniano y señalaron que las fuerzas terrestres rusas seguían a unos 15 kilómetros (9 millas) del centro de Kiev.
Las esperanzas de avances diplomáticos crecieron después de que Zelenskyy dijera el martes que Ucrania es consciente de que no puede entrar a la OTAN, en su reconocimiento más explícito hasta la fecha de que ese objetivo, incluido en su Constitución, es imposible de cumplir.
Hace años que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha descrito las aspiraciones ucranianas de entrar en la OTAN como una amenaza para Rusia, algo que la alianza niega.
Lavrov celebró el comentario de Zelenskyy y dijo que en las conversaciones con Ucrania está surgiendo un “espíritu empresarial”, que “da esperanzas de que podamos llegar a un acuerdo sobre este asunto”.
“Se está discutiendo seriamente un estatus de neutralidad en relación con las garantías de seguridad”, declaró Lavrov el miércoles a la televisora rusa RBK TV. “Hay fórmulas concretas que, desde mi punto de vista, están cerca de ser pactadas”.
El negociador jefe de Rusia, Vladimir Mendinsky, dijo que se estaba valorando un compromiso para que el ejército de Ucrania en el futuro fuera más pequeño y no alineado.
Sin embargo, las perspectivas de avances diplomáticos eran muy inciertas por las diferencias entre la exigencia ucraniana de retirada total de las fuerzas invasoras y las sospechas de que Rusia pretende reemplazar el gobierno de tendencia occidental en Kiev por otro afín a Moscú.
El asesor presidencial de Ucrania Mykhailo Podolyak negó las afirmaciones de Rusia sobre que Ucrania estaba dispuesta a aceptar un modelo de neutralidad comparable al de Suecia o Austria. Podolyak afirmó en Telegram que Ucrania necesita aliados poderosos y “garantías de seguridad claramente definidas” para mantenerse a salvo.
No había perspectivas inmediatas de que terminaran los combates, que han trastocado el orden de seguridad europeo tras la Guerra Fría, expulsado a millones de personas de sus casas en Ucrania y convertido gran parte del país en zonas de guerra.
Naciones Unidas indicó que el número de personas que huyen de Ucrania en medio de los peores combates en Europa desde la II Guerra Mundial había superado los 3 millones. La agencia de derechos humanos de la ONU dijo que al menos 691 civiles habían muerto y 1.143 habían resultado heridos, pero admitió que probablemente la cifra era mucho mayor.
Zelenskyy tenía previsto hacer una petición directa de más ayuda en un inusual discurso de un mandatario extranjero ante el Congreso de Estados Unidos. Un funcionario de la Casa Blanca indicó que el presidente, Joe Biden, anunciaría 800 millones de dólares en nuevas ayudas militares adicionales.
Aunque han hecho avances limitados en tierra ante una firme resistencia ucraniana, las fuerzas rusas han aumentado sus bombardeos sobre Kiev y otras ciudades/AP.
COMENTARIOS