La exministra de Salud, Roxana Araujo, manifestó que todos los países del mundo están aprendiendo de la pandemia del COVID-19 porque nadie estaba preparado para esta emergencia.
El mundo reporta mas de 400 mil muertos por este virus y más de 7 millones de personas han dado positivos de esta enfermedad.
“Todos estamos aprendiendo, todos los países estamos en la misma situación, la ventaja que tenemos nosotros en Honduras es que hemos aprendido de los demás países”, dijo.
“China, España e Italia nos han ido enseñando, nos han ido mostrando la evolución de la pandemia, cuando ya llega al continente americano, nosotros ya mirábamos lo que se podía tomar de esos países y qué era lo que no se debía hacer”, indicó.
“Eso nos demuestra a nosotros que si bien es cierto, somos un país del tercer mundo, en vías de desarrollo, pero hay capacidades para poder cambiar, para poder fortalecer este sistema de salud”, añadió.
A la llegada del virus al país, el Gobierno de la República decretó confinamiento total, lo que obligó a las personas quedarse en su casa y evitar ser contagiados por el COVID-19.
Casi tres meses ha existido el toque de queda a nivel nacional, medida que ha sufrido algunas modificaciones de acuerdo a la preparación del sistema hospitalario y la conciencia ciudadana para evitar la propagación del virus.
En la actualidad la economía se está restableciendo a medio vapor, dependiendo de la evolución de la pandemia, el país irá dando más libertades o restricciones a las empresas e instituciones.
Invertir
Araujo es del criterio que al sistema sanitario del país hay que inyectarle capital porque esta epidemia ha demostrado que se está muy por debajo de la demanda ciudadana.
En ese sentido, el Gobierno de la República ha gestionado la construcción de hospitales móviles, así como la ampliación física de las instalaciones de los centros asistenciales para atender en esta emergencia.
A esto se suma la contratación de recurso humano, más de 8,000 empleados de la salud serán contratados permanentemente para fortalecer la atención de la población que lo requiera.
“Hay que invertir, ya no le podemos llamar gasto corriente en salud, ya vimos que fracasaremos si seguimos pensando que este es un gasto corriente”, advirtió.
“Es de hacer una inversión en salud porque la estructura hospitalaria que tenemos en el país viene desde los 90”, añadió.
Además, señaló que es responsabilidad de la población cuidarse para evitar el contagio de este virus, esto incluye adaptarse a una nueva realidad cotidiana.
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