El Palacio Real confirmó la noticia en un comunicado difundido por los medios estatales, en donde señalaba que el niño había muerto antes de que los rescatistas pudieran salvarlo.
Asimismo, en el escrito oficial, el rey marroquí Mohammed VI expresó sus condolencias a los padres del niño. “Tras el trágico accidente que costó la vida al niño Rayan Oram, su Majestad el rey Mohamed VI llamó a los padres del difunto, fallecido tras caer a un pozo”, indicó el gabinete real marroquí en un comunicado
El cuerpo de Rayan fue extraído del pozo de 32 metros de profundidad a través de un túnel excavado por los socorristas. Fue trasladado a una ambulancia, junto a sus padres, sin que se supiera de inmediato si estaba vivo. El desenlace de la operación era aguardado con ansiedad tanto en el reino magrebí como en el resto del mundo, con mensajes de solidaridad y aliento que inundaron las redes sociales.
Rayan cayó al pozo en su pueblo de Ighara, en las colinas cercanas a Chefchaouen, el martes, lo que desencadenó un enorme esfuerzo de rescate que abarcó todo el país.
Los socorristas lograron finalmente recuperar su cuerpo a última hora del sábado, tras remover gran parte de la ladera adyacente y excavar con delicadeza un túnel horizontal hasta el pozo.
Llegar hasta el punto exacto donde el niño había caído exigió un despliegue de excavadoras y un trabajo de precisión. En la fase final, las operaciones se realizaron manualmente para evitar vibraciones que pudiesen provocar un desmoronamiento, según explicaron las autoridades de la localidad de Ighran, no lejos del pueblo de Bab Berred, en la provincia marroquí de Chefchauen.
Los dos últimos metros para alcanzar al niño en el fondo del pozo fueron los más difíciles, por los riesgos de desmoronamiento. En la excavación del túnel horizontal participaron 11 personas, entre las cuales se encontraron expertos en perforación, efectivos de la Protección Civil y topógrafos.
Un helicóptero con material médico estaba pronto en el lugar para un eventual traslado. En las imágenes obtenidas por una cámara sonda, Rayan aparecía “recostado de espaldas” en el recodo de ese estrecho pozo, sin que se pudiera decir si estaba vivo, explicó el sábado por la mañana uno de los jefes del equipo de rescate, Abdelhadi Tamrani.
Los socorristas le enviaron oxígeno y agua a través de tubos y botellas, sin ninguna certeza de que el niño los hubiese utilizado. De madrugada una gran roca obstaculizó los trabajos de construcción del túnel, hasta que se logró sortearla por tres horas de esfuerzos, con ayuda de pequeño material eléctrico.
El rescate, que fue transmitido en vivo y en directo durante horas por las principales cadenas de televisión, culminó cerca de las 10:00 pm (hora local), mientras miles de personas rodeaban el pozo.
A lo largo de los 5 días en los que se realizó el exhaustivo operativo de rescate, los habitantes de la zona se mostraron solidarios con el niño y fueron al lugar para realizar un campamento de vigilia, a pesar de las bajas temperaturas entre las montañas de Rif, a 700 metros sobre el nivel del mar.
“Rayan es un niño de nuestra región, rezamos a Dios para que se salve. No nos iremos hasta que salga del pozo”, había indicado días atrás uno de los voluntarios del operativo.
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