El cerumen está creado para protegerlos de las bacterias, pero en grandes cantidades puede causar dolor, zumbidos y comezón.
En lugar de usar cotonetes, que pueden romper tu tímpano, aplica estos sencillos remedios para reducirlo de manera efectiva.
Sal
Vierte una cucharada de sal en un vaso de agua y revuelve.
Agua oxigenada
Calienta media taza de agua, agrega media taza de agua oxigenada y mezcla con la ayuda de una cuchara.
Bicarbonato de sodio
En un vaso, vacía una cucharada de aceite de oliva y otra de bicarbonato de sodio y revuelve perfectamente.
Alcohol
Esparce en un vaso una cucharada de alcohol, una cucharada de vinagre y remueve.
Aplicación
Para todos los remedios, usa un gotero o jeringa con la mezcla, ladea un poco la cabeza, aplica, espera un par de segundos y enderezate del lado opuesto, para que salga el líquido restante. Hazlo al menos cada tercer día y tus oídos estarán libres del cúmulo de cerilla.
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