Reese Witherspoon es una apasionada de la moda. Por fuera de su trabajo en el cine, la actriz creó su propia marca de ropa, llamada Draper James, a través de la cual quiso tener un buen gesto, que terminó trayéndole problemas legales.
Todo comenzó el 2 de abril, cuando la empresa de la estrella de Hollywood anunció que regalaría un vestido a todos los profesores, como forma de reconocimiento por el esfuerzo que hacen desde que comenzó el pandemia por el coronavirus.
Lo que comenzó como un buen gesto, le trajo varios problemas a Witherspoon. «Estimados maestros: Queremos decir gracias. Durante la cuarentena vemos que trabajan más duro que todos para educar a nuestros hijos. Para mostrar nuestra gratitud, a Draper James le gustaría darles a los maestros un vestido gratis», anunció la marca de la celebridad a través de una publicación de Instagram.
De acuerdo con el post, el único requisito era completar un formulario y se entregarían tantos como permitiera el stock. Ahora, varias profesoras sostienen que el anuncio, en el afán de sumar seguidores a la cuenta, prometía un vestido para cada una y no advertía que el límite era de 250 unidades. Según publicó TMZ, ahora las mujeres iniciarán acciones legales en contra de la firma. Así, las profesoras iniciarán una demanda colectiva por el costo total de las prendas, que es inferior a 12.500 dólares.
«Esta demanda trata de explotar injustamente las buenas intenciones de Draper James de rendir homenaje a la comunidad de profesores ofreciéndoles cientos de vestidos gratis», respondió la estrella del cine norteamericano a TMZ , a través de su abogado Theane Evangelis. «El hecho de que las existencias fueran limitadas y que por lo tanto no todos los profesores que respondieron iban a recibir un vestido gratis fue revelado y no constituye motivo de demanda».
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