Stephen Hawking fue un físico teórico británico de la Universidad de Cambridge, pese a su muerte en el 2018 a los 76 años, sigue siendo considerado una de las mentes más brillantes del último medio siglo, gracias a sus grandes aportes y descubrimientos en la astrofísica moderna, como la nueva teoría del espacio-tiempo y la radiación de los agujeros negros.
Nacido en una familia de intelectuales en Oxford, Gran Bretaña, el 8 de enero de 1942, en 1959 inició sus estudios universitarios en la Universidad de Oxford. Después se doctoró en Física Teórica y Cosmología en Cambridge.
En 1963 le diagnosticaron un tipo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa progresiva que con el paso del tiempo llegó a impedirle moverse y hablar y le llevó a utilizar un sofisticado método electrónico para poder comunicarse con los demás.
Tras obtener su doctorado, se dedicó a la investigación y a la enseñanza en los colegios mayores de Gonville y Caius. En 1977 ingresó en el Departamento de Matemáticas Aplicadas y Física Teórica de Cambridge, donde fue nombrado profesor de Física Gravitacional.
En 1980 accedió a la titularidad de la cátedra Lucasiana de Matemáticas Aplicadas y Física Teórica, la más importante de Cambridge, que ocupó Isaac Newton en 1663. En 1985 contrajo una grave neumonía en Suiza y los médicos aconsejaron retirarle la máquina que le mantenía con vida. Trasladado urgentemente al Reino Unido, fue sometido a una traqueotomía que le salvó la vida pero le dejó sin voz.
Conforme pasaban los años, la enfermedad de Stephen Hawking se iba agravando. Dejo de caminar por si sólo, necesitó la ayuda de bastones, muletas hasta que quedó en silla de ruedas eléctrica ya que él era incapaz de usar sus brazos para impulsarse, desde 2005 solo pudo comunicarse moviendo un músculo bajo su ojo con el que accionaba un sintetizador de voz.
Aunque la enfermedad iba mermando sus capacidades motoras parecía que fuera potenciando las mentales. Los estudios sobre el origen del universo y agujeros negros le convirtieron en uno de los astrofísicos más brillantes de su generación.
Hawking trabajó durante toda su vida en desentrañar las leyes que gobiernan el universo y, junto a su colega Roger Penrose, mostró que la teoría de la relatividad de Albert Einstein implica que el espacio y el tiempo han de tener un principio, teoría del ‘big bang’, y un final dentro de los agujeros negros.
Stephen Hawking tenía una mente brillante. Fue físico teórico, cosmólogo, astrofísico y divulgador científico. En su haber cuenta con numerosas distinciones como doce doctorados honoris causa, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, Premio Adams, Medalla Hughes, Medalla Copley, Medalla de la Libertad y la Orden del Imperio Británico.
Sin duda un humano increíble.
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