Una década después de haberle entregado el poder a un gobierno civil, el ejército de Myanmar también conocido como Birmania anunció este lunes 01 de febrero del 2021 que había tomado nuevamente las riendas del país.
Las fuerzas militares declararon el estado de emergencia durante un año, después de acusar al partido de la líder Aung San Suu Kyi de fraude por su reciente victoria electoral.
Suu Kyi fue una vez celebrada como un icono de la democracia internacional. Es una expresa política que pasó 15 años bajo arresto domiciliario como parte de una lucha de décadas contra el gobierno militar.
Este nuevo golpe de Estado ha traído recuerdos además de causar temor en un país que antes de iniciar su transición democrática hace una década, soportó casi 50 años de gobiernos liderados por regímenes militares opresivos.
El asalto de poder, ocurrió el día antes que el Parlamento de Birmania jurara a los miembros electos en las elecciones generales de noviembre de 2020, evitando que esto ocurriera.
Para justificar el golpe, los militares citaron una sección de la constitución, esta dice que:
en caso de un estado de emergencia, el comandante en jefe tiene el derecho constitucional de asumir y ejercer el poder soberano del Estado.
Como una respuesta de los ciudadanos al «golpe de Estado» ejecutado por el ejército, los llamados a la desobediencia civil se multiplicaban. Este miércoles liderados por el grupo de activistas Yangon Youth Network, uno de los mas grandes del país, inicia la primer mega movilización exigiendo se restablezca el orden constitucional.
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