Muchas personas se han levantado de manera brusca o de un momento a otro quedan ciegos por unos segundos… ¡Alerta!, algo está pasando con nuestro organismo.
Este miércoles, “El Médico en Casa”, tuvo a la doctora Carolina Ochoa, oftalmóloga, con quien se abordó el tema de las emergencias oculares.
Una de ellas es la pérdida abrupta de la visión. Es importante evaluar si es transitoria o permanente. Generalmente en la migraña se disminuye el calibre de los vasos sanguíneos, esto provoca un poco oxigenación.
Es por eso que el cerebro hace una redistribución del flujo sanguíneo al cerebro y no a los ojos, por lo que se presentan alteraciones visuales que suponen la pérdida momentánea de la visión.
“Es muy importante determinar dónde está la causa de la pérdida de la visión, si es en el ojo, o es por problemas de colesterol, triglicéridos, porque lo mismo pasa y se altera la oxigenación de los tejidos”, indicó la profesional de la oftalmología.
¿Qué ocasiona un dolor ocular?
Esto puede ser bastante grave cuando el ojo duele demasiado y está involucrada la presión de este órgano, acompañado con dolores intensos y nauseas, provocando daños en el nervio óptico.
Los dolores más leves pueden ser ocasionados por inflamaciones en las capas medias del ojo, lo que permite que se requiera evaluaciones médicas.
Cuando el dolor es externo, puede ser una infección que se debe incluso a úlceras corneales y neuralgia.
“En estos días de pandemia se ha contabilizado muchas neuralgias debido al estrés.
Partes del ojo
El ojo es uno de los órganos más delicados del ser humano, pero cuáles son las partes:
La córnea
Las imágenes entran en el ojo atravesando una ventana exterior transparente que conocemos como córnea y que en el ojo humano se comporta como una lente de unas 43 dioptrías.
Las paredes del ojo, es decir, la “carcasa o chasis” de la cámara fotográfica, están compuestas por un tejido fibroso blanco que llamamos esclerótica. Éste a su vez se protege del exterior por una fina capa transparente denominada conjuntiva.
La pupila
La pupila es la parte negra y redondeada que vemos en los ojos y es como su ventana interior. Se comporta como un mecanismo de diafragma, regulando la intensidad de la luz entrante: con mucha luz se hace pequeña y con poca luz se agranda. La pupila es el orificio natural del iris, que es la capa interna que da el color a los ojos.
El cristalino
Tras la pupila la imagen atraviesa una lente que conocemos como cristalino y que sería como la lente de la cámara fotográfica. Tiene una potencia de unas 22 dioptrías pero su consistencia elástica le permite de manera automática variar su poder permitiendo no sólo ver de lejos, sino enfocar objetos próximos como hacemos en la lectura.
La retina y el nervio óptico
Tras atravesar una estructura gelatinosa transparente denominada humor vítreo, llegan finalmente al fondo del ojo, donde son captadas por la retina. La retina se comporta como el carrete fotográfico que colocamos en la parte trasera de las cámaras, de forma que recibe y procesa las imágenes. Éstas serán luego transmitidas al cerebro a través del nervio óptico.
La nutrición del ojo
El sistema ocular se alimenta de nutrientes que llegan por arterias y venas que se sitúan en una capa entre la retina y la esclerótica que conocemos como coroides o úvea. También encontramos vasos directamente sobre la retina y que podemos observar y estudiar cuando hacemos una exploración del fondo del ojo.
La función del ojo es percibir y captar las imágenes del exterior, de manera que una vez recibidas puedan ser enviadas al cerebro. Para realizar esta función, el ojo dispone de un sistema óptico que va enfocando la imagen, la cual se recibe en una capa sensible que es la que finalmente procesa y emite dicha imagen.
Se comprende muy bien el funcionamiento del ojo cuando lo comparamos con una cámara fotográfica.
Hacer correctamente una foto implica que el objeto a fotografiar sea encuadrado y enfocado adecuadamente y que las lentes se encuentren limpias para que la imagen se enfoque en su parte posterior, bien en la película o en el sensor digital.
Igualmente el proceso de ver pasa por que fijemos la vista, enfoquemos un objeto y que su imagen atraviese todas las estructuras y lentes transparentes del ojo, formando la imagen en el fondo del ojo, en la retina.
Cuando la forma o tamaño del ojo no son adecuados se producen los defectos de graduación. Así, de manera simplificada podemos decir que si el tamaño es grande, hablaremos de miopía, mientras que si es pequeño será hipermetropía. Cuando el ojo no es redondeado hablaremos de astigmatismo, y de presbicia cuando éste no enfoque bien.
Qué provocan los traumatismos en el ojo
Roturas del esfínter del iris, que es el músculo encargado de contraer la pupila. A los pacientes que sufren este tipo de rotura, la pupila les puede quedar dilatada o deformada de por vida, lo que puede provocar una molestia permanente a la luz, conocida como fotofobia.
Inflamaciones o uveítis
Picos de tensión ocular muy elevada que puede llegar a dañar el nervio óptico y producir glaucoma.
Algunos pacientes pueden sufrir una catarata secundaria a este tipo de traumatismo, que puede caerse a la cavidad de la retina. Este fenómeno se conoce como luxación de la catarata.
Hemorragias o derrames dentro del ojo.
Roturas de la coroides, que es la capa que se encuentra detrás de la retina.
Desgarros o roturas en la zona más periférica de la retina o agujeros en su zona central, conocida como mácula, que es el área de máxima visión.
Desprendimiento de retina, en hasta un 5% de los pacientes con contusiones oculares.
¿Qué personas corren más riesgo de sufrir un traumatismo ocular y qué efectos puede tener?
Los traumatismos oculares son muy frecuentes en las urgencias de oftalmología. El perfil de paciente más típico es un adulto joven en edad laboral, es decir entre 20 y 40 años, y hay varias actividades que se relacionan con la presencia de estos traumatismos:
Accidentes laborales
Accidentes domésticos (que constituyen el 50 % de los casos)
Accidentes de tráfico
Agresiones
Práctica deportiva
La agudeza visual de estos pacientes depende del tipo de traumatismo. Hay pacientes en los que la visión apenas se ve afectada, y hay otros en los que la pérdida de agudeza visual llega a ser muy grave e irreversible, e incluso llegar a niveles de ceguera legal.
En algunos casos, en los que hay un estallido ocular, que es un traumatismo muy grave, el paciente puede llegar a perder el ojo y requerir un implante o una prótesis ocular, conocido como ojo artificial.
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