La presidenta de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh) Anabel Gallardo, sugirió que los productores debemos ser proactivos y positivos de cara al futuro que nos depara el 2021.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal reveló que «las tormentas Iota y Eta tuvieron un impacto negativo en Honduras de 45, 676 millones de lempiras; el sector privado resultó el más afectado con 36,000 millones de lempiras, mientras que el sector público registró pérdidas por el orden de los 9,400 millones de lempiras».
La dirigente dijo que “no obstante,. también necesitamos un fuerte apoyo para poder reactivar nuestras unidades productivas, estamos dispuestos a seguir produciendo los alimentos de la población hondureña y de generar los trabajos en el campo”.
Presente
“El sector agropecuario está presente en los 18 departamentos del país y generamos empleo los 365 días del año, aunque con las pasadas inundaciones se demostró lo vulnerable que somos ante los efectos del cambio climático”, comentó la dirigente.
En cuanto al informe de la Cepal, Gallardo dijo que “el mismo al parecer se quedó corto en cuanto a las pérdidas en el agro, pues ellos hablan de 262 millones de lempiras, pero nosotros tenemos algunos datos que revelan que llegamos a los 5,000 millones de lempiras en pérdidas más otros productos que estaban en riesgo”.
“Por ejemplo, la palma africana al estar inundada los productores no pueden cosechar, entonces ese cultivo se pierde o pierde calidad y luego tenemos los otros productos que no pudieron ser exportados a raíz de las inundaciones”, expresó.
“Es posible que esos sectores sean multados por no poder cumplir con las cuotas de exportación e incluso corren el riesgo de perder esos mercados, entonces eso todavía no se puede cuantificar”, señaló.
“Yo calcularía que pueden rondar las 10,000 hectáreas afectadas por las tormentas que incluyen la palma y el banano, aunque todavía no hay claridad en algunas áreas porque se habla de áreas perdidas y afectadas”, comentó.
“Luego tenemos la recuperación de muchas zonas productivas las que por las inundaciones quedaron inhabilitadas al perderse la capa cultivable de esos terrenos”, finalizó.
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