El Gobierno portugués emitió este martes una orden que prohíbe la venta o su presencia en el comedor de la llamada comida rápida y otros productos clasificados como “nocivos para la salud” en las escuelas públicas.
La nueva directiva conforma una lista de más de 50 artículos con alto contenido de sodio, azúcar o calorías, cuya venta está prohibida incluso en máquinas expendedoras, refiere Xinhua.
Las nuevas reglas entrarán en vigencia en un mes y las escuelas deben revisar y adecuar los contratos con los proveedores a fines de septiembre.
Los establecimientos educativos públicos deben ofrecer “comidas nutricionalmente equilibradas, saludables y seguras”, según reza la orden del Ministerio de Educación.
Las comidas deben cumplir con las pautas que serán proporcionadas por la Dirección General de Educación de Portugal bajo la orientación de un equipo de nutricionistas.
Según la Sociedad Portuguesa para el Estudio de la Obesidad, el 29,6 por ciento de los niños tiene sobrepeso y el 12 por ciento sufre de obesidad a nivel nacional.
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