TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En la antigüedad, los cimientos de las casas japonesas se construían por encima del piso. Por esa razón, los ciudadanos japoneses, al dormir, no suelen tener frío
Las primeras civilizaciones que usaron finos colchones fueron la mesopotámica y la egipcia. No obstante, cuando inició el comercio del algodón y llegó a Japón en los siglos XVI y XVII, se comenzaron a confeccionar los futones enrollables que existen en la actualidad.
Las tradiciones de los japoneses pueden llegar a sorprendernos porque son muy diferentes en algunas ocasiones a las que tenemos los occidentales. Desde el estilo de vida tan organizado, como el contacto físico, algo que aquí es tan importante y necesario para nuestra manera de expresarnos y de sentir, allí son distintos, creando más distancias entre personas, pero sin querer decir esto que no sean personas amables. Una de las tradiciones que siguen realizando desde sus orígenes es el de dormir en el suelo.
Otra explicación está en la arquitectura de los hogares japoneses. Debido a que el tamaño de sus casas es más bajo, las antiguas familias optaron por colocar muebles más pequeños, por lo que eligieron, finalmente, dormir a ras del suelo, además, resulta bastante conveniente que el futón pueda enrollarse, de esta forma la habitación puede aprovecharse para realizar otras actividades.
Dormir en un futón sobre suelo de tatami sigue siendo algo bastante menos accesible en occidente. La gastronomía nipona o muchos de los artículos que se producen en Japón están a nuestro alcance en cualquier parte del mundo. Pero la globalización aún no hace que sea práctico tener tatami en cualquier hogar occidental.
Los emperadores y los comandantes buscaban la seguridad ante todo, algo que no daba una cama o superficie elevada del suelo y con un hueco entre el suelo y el futón, ya que podría convertirse en un lugar perfecto para que un ninja o asesino se pudiera esconder en la oscuridad y dar muerte a personalidades importantes sin hacer ruido.
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