TEGUCIGALPA, HONDURAS. El Fiscal del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), Osman Reyes, recordó a través de Stereo Noticias Matutino con mucha nostalgia momentos trágicos que vivió durante la cobertura informativa del “Huracán Mitch” en el año 1998.
Es importante mencionar que el comunicador social en aquel momento laboraba como reportero de campo de Radio América.
“Nosotros como periodistas no teníamos idea de los que venía, comencé a trabajar después del partido de final entre Olimpia y Motagua” (partido en el que las águilas consiguieron la victoria con gol de oro de Reinaldo Clavasquin).
Asimismo, enfatizó sobre dos acontecimientos que viven aun en su mente: el primero de ellos se dio en la colonia El Prado; donde encontraron a una pareja de adultos mayores que murieron abrazados, después de intentar salir de la casa que estaba totalmente inundada.
Luego un sábado por la mañana estaba en compañía de Benjamín Zepeda y otros compañeros, en el sector de Las Brisas en la cobertura de los estragos que hacia el rio en ese sector. Después se movilizaron al sector de Loarque porque también las aguas estaban ocasionando daño, observó que sobre el tejado de una casa una familia con toallas blancas pedía ayuda, relató.
“Se planificaba un rescate aéreo en ese momento iba a llegar un helicóptero cuando se escuchó un fuerte estruendo la casa cedió y a toda esa familia la arrastró las aguas. La inmadurez periodística nos hizo gritar y no podíamos siquiera trasmitir”, agregó.
El Cardenal Oscar Andrés Rodríguez comenzó desde la cabina a pedir al todopoderoso por Honduras. Las universidades deben preparar a los profesionales porque si en su momento les tocara vivir ese tipo de cosas, sugirió.
“Ese recuerdo lo llevo en mi mente y le pido a Dios que no se repita ese episodio que dejó luto en la familia hondureña”, mencionó el profesional de las comunicaciones.
“La Sirena del dique”
Por otra parte, el periodista, Oswaldo Estrada, confió que durante su experiencia observó en un dique que se formó entre el puente Mayol y Soberanía una mujer rubia y hermosa danzaba sobre las aguas.
Lo curioso de todo eso es que los camarógrafos y los periodistas gráficos hicieron tomas y fotografías; pero cuando quisieron demostrar a la población las pruebas no se grabaron.
“La Sirena del dique”, ese fue el nombre que se le dio en todo el mundo, nosotros la vimos; además, la gente que conoce de esas cosas dice que a lo mejor la mente nos jugó mal”, finalizó.
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