El pastor de Mi Viña, Mario Tomás Barahona, sostuvo que en las iglesias evangélicas se celebran reuniones, pero con «todas las medidas de bioseguridad» para evitar el contagio del COVID-19.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) registró al 1 de febrero 148,951 casos de COVID-19; 60,979 recuperados y 3,614 fallecidos.
Barahona dijo que “la verdad que, como iglesia evangélica, estamos haciendo un trabajo de educación al pueblo hondureño a través de 30 mil pastores que se encuentran diseminados en la nación”.
“Aún antes de la pandemia, en las iglesias había medidas de bioseguridad y ahora cuidamos mucho a la familia. Estamos trabajando fuertemente para que las personas se sanen, en la iglesia hay milagros y prodigios, tanto es así que tenemos una gran cantidad de personas sanadas con la mano poderosa de Dios”, según el religioso.
Reconoció que “hoy existe la presencia del temor en el corazón de las personas, eso es lógico, pero mi consejo es que hay que congregarse con todas las medidas de bioseguridad”.
Aseguró que “en la iglesia no se contamina la gente porque está la presencia del Espíritu Santo y tenemos poder para liberar cautivos y sanar los enfermos. Por eso le pedimos al pueblo hondureño que oremos por todos, en especial por los médicos que han hecho un trabajo extraordinario”.
En ese sentido, sugirió que “se debe educar al pueblo hondureño no sólo con el uso de la mascarilla, lavado de manos o distanciamiento social, sino que como poder fortalecer su sistema inmunológico”.
“Incluso, hay algunas recomendaciones caseras y tradicionales que son efectivas, aunque no sean científicas, esas también se deben enseñar por parte de las autoridades de salud y los mismos galenos”, sugirió.
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