El papa Francisco aplazó, a una fecha aún sin definir, su viaje a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur previsto para principios de julio por consejo de los médicos, debido a sus dolores en la rodilla, informó el Vaticano.
“Acogiendo la petición de los médicos, y para no echar a perder los resultados de las terapias en la rodilla, que aún siguen, el Santo Padre, a su pesar, se ha visto obligado a aplazar el viaje en RD. Congo y Sudán del Sur previsto del 2 al 7 de julio a nueva fecha aún por definir”, aseguró en una nota.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, destacó que el viaje se ha “aplazado y no anulado”, afirmó que se están viendo mejorías en la evolución de los dolores de rodilla y que “siente menos dolor”, pero que “los médicos han explicado que un esfuerzo excesivo podría hacer que vuelva a la situación anterior y no recuperar las ventajas logradas hasta ahora”.
El aplazamiento del viaje es una auténtica sorpresa ya que estaba totalmente organizado, se había difundido el programa definitivo e incluso se había comunicado la lista de periodistas que viajarían con él.
Sobre cuándo podría volver a hacerse, el portavoz vaticano explicó que “no hay un horizonte temporal”.
Los problemas que el papa Francisco, de 85 años, arrastra en su rodilla derecha no parecen haber mejorado, como se ha podido observar de manera evidente en los últimos actos públicos, en los que el papa utiliza una silla de ruedas para moverse y un bastón para levantarse y andar algunos pasos, pero con grandes dificultades.
El Vaticano informó que el papa se estaba sometiendo a infiltraciones en la rodilla para aliviar los dolores.
Hace algunos días, durante la reunión con los obispos italianos, Francisco les confesó que no quería operarse y que continuaría con las infiltraciones para curar su dolencia, según reveló el diario “Il Messagero”.
Según algunos medios, el papa Francisco no reaccionó bien a la anestesia cuando se operó el pasado julio del colon por lo que habría expresado su deseo de no volver a pasar por el quirófano.
Esta y otras circunstancias hicieron que se desencadenaran algunos rumores sobre una posible renuncia de Francisco al pontificado, pero que no han tenido fundamento.
También por sus problemas de movilidad, Francisco no viajará a Líbano en junio, como habían anunciado las autoridades de ese país, aunque era una visita aún no confirmada por el Vaticano, mientras que entonces sí que se confirmó que el viaje a África seguía en pie, así como el previsto a finales de julio para Canadá.
Además esta dolencia le ha hecho ya le ha llevado a suspender otros eventos y se ha visto imposibilitado a oficiar las últimas misas en la plaza de San Pedro.
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