La ciudad china de Heihe confinó a sus habitantes el jueves después de la aparición de un solo caso de COVID-19, ya que las autoridades temen los riesgos de contagio a menos de 100 días del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing.
La población, en la frontera con Rusia, ordenó este jueves a sus habitantes quedarse en casa salvo en caso de emergencia, según un comunicado del ayuntamiento.
El vasto municipio, ubicado frente a la ciudad rusa de Blagovechchensk, comenzó a realizar test de detección de coronavirus a sus 1,6 millones de habitantes. El transporte público está suspendido y ningún vehículo puede salir de la ciudad.
Cerca de 6 millones de chinos son ahora objeto de medidas de confinamiento, dos días después de una decisión similar decretada en la gran ciudad de Lanzhou (4 millones de habitantes), a 1.700 km al oeste de Beijing, y en Ejin, en la frontera con Mongolia.
China, donde el coronavirus apareció por primera vez a finales de 2019, controló ampliamente la epidemia desde la primavera boreal de 2020 con la adopción de medidas drásticas, entre ellas el cierre de las fronteras.
El país se enfrenta a brotes esporádicos muy limitados, como el que se propaga desde la semana pasada en el norte del territrio. Al menos 11 provincias se han visto afectadas, de la treintena con la que cuenta el gigante asiático.
Este jueves se registraron 23 nuevos casos de infección en las últimas 24 horas en todo el país, es decir, la mitad que el día anterior.
El número total de contagiados activos en la China continental asciende a 659, de los cuales 33 se encuentran graves. Según las cuentas de la Comisión Nacional de Sanidad, desde el inicio de la pandemia, se infectaron 96.938 personas en el país, entre las que 91.643 han logrado sanar y 4.636 fallecieron./Con información de AFP y EFE.
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