Muchos países están bajo una presión cada vez mayor sobre sus servicios de salud debido al aumento de casos de coronavirus y la aparición de nuevas variantes que parecen propagarse más fácilmente.
Los gobiernos están introduciendo nuevas restricciones para detener la propagación mientras enfrentan una demanda masiva por vacunas, considerada la mejor manera de salir de la crisis de salud mundial.
Pero con una oferta limitada a medida que aumenta la producción, la OMS ha estado examinando cómo se pueden usar de manera más efectiva.
Agregó que SAGE no recomendó vacunar a los viajeros a menos que estuvieran en un grupo de muy alto riesgo.
El panel dijo que los países deberían tener un margen de maniobra para repartir las inyecciones a lo largo de seis semanas para que más personas con alto riesgo de enfermedad puedan recibirlas.
“Creo que tenemos que estar un poco abiertos a este tipo de decisiones, que los países tienen que tomar de acuerdo con sus propias situaciones epidemiológicas”, agregó.
Más de 85 millones de personas se han infectado por el nuevo coronavirus en todo el mundo y alrededor de 1,85 millones han muerto.
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