El próximo 20 de octubre el Ministerio de Salud de Nicaragua comenzará a aplicar las vacunas cubanas Abdala, Soberana, Soberana 02 y Soberana Plus a niños y adolescentes de entre dos y 17 años, en medio de suspicacias de especialistas médicos que ven en la iniciativa una intención más política que sanitaria.
El doctor Álvaro Ramírez es un epidemiólogo nicaragüense, radicado en Irlanda, y reconoce la reputación que tiene Cuba en la producción de vacunas. El problema con las vacunas cubanas que llegarán a Nicaragua, dice, es que no hay estudios clínicos que demuestren su eficacia.
“No hay acceso a la información del tercer ciclo de estudios clínicos. Solo tienen hasta el segundo estudio clínico. La soberana Plus tiene reportado un link para el tercer nivel, pero no están los datos”, señala al ser consultado por Infobae sobre el tema. El tercer ciclo de estudios clínicos, explica, es cuando se hacen estudios comparados entre grupos poblacionales para determinar la eficacia de una vacuna.
Este martes, la vicepresidenta y vocera de gobierno, Rosario Murillo, anunció la llegada a Nicaragua de siete millones de dosis de las vacunas Abdala, Soberana, Soberana 02 y Soberana Plus entre octubre y diciembre de este año, al mismo tiempo que la Asamblea Nacional integraba al presupuesto de 2021 una partida de 700 millones de córdobas (unos 20 millones de dólares), adicionales a los 5.300 millones de córdobas (150 millones de dólares) “que serán utilizados para la adquisición de vacunas e insumos médicos para la lucha contra la covid-19″.
Las vacunas cubanas se estarán aplicando a un universo de 2.102.366 niños y adolescentes, cuyos padres voluntariamente acepten y los lleven a los centros de vacunación que dispondrá el gobierno/Infobae.
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