El ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, anunció hoy a través de un acto de comparecencia pública, la retirada del país de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El canciller informó que enviaron una carta al secretario general de la organización, Luis Almagro, denunciando la carta de constitución de la OEA, para dar inicio al “retiro definitivo” del país centroamericano de esa instancia. «Estamos renunciando y desvinculándonos de esa organización, dando por terminado el vínculo del Estado nicaragüense y la OEA», dijo el funcionario.
«El pueblo y gobierno digno de Nicaragua renuncia a formar parte de esta organización cautiva en Washington, instrumentalizada en favor de intereses norteamericanos», agregó.
Esta semana, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Nicaragua instó al presidente Daniel Ortega a denunciar a la OEA por considerar que este organismo violenta la soberanía al desconocer las elecciones del domingo 7 en las que el dirigente logró su cuarto mandato consecutivo, respaldando así la declaración de la Asamblea Nacional de ese país.
«La independencia, la soberanía y la autodeterminación nacional, son derechos irrenunciables del pueblo y fundamentos de la nación nicaragüense. Toda injerencia extranjera en los asuntos internos de Nicaragua o cualquier intento de menoscabar esos derechos atenta contra la vida del pueblo», decía el comunicado de la CSJ.
Nicaragua celebró el 7 de noviembre elecciones presidenciales y legislativas para el período 2022-2027, que fueron desconocidas por varios Gobiernos y organismos internacionales y avaladas por los tradicionales aliados del país.
Ortega consiguió cerca del 75% de los votos para un cuarto mandato consecutivo, en unos comicios en los que compitió contra otros 5 candidatos de fuerzas menores, después de un proceso en el que se canceló la personería a 3 partidos opositores y se detuvo a una treintena de dirigentes, entre ellos 7 precandidatos presidenciales.
Posteriormente, la OEA aprobó una resolución en la que declaraba «ilegítimas» las elecciones, llamando a una «evaluación colectiva inmediata» con el fin de «tomar las acciones apropiadas» respecto a Nicaragua.
Según la resolución, las elecciones presidenciales «no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática». El documento afirma además que las autoridades de Nicaragua han ignorado todas las recomendaciones de la organización.
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