Un día como hoy, hace 102 años, nació Nelson Mandela. Lo hizo en la pequeña localidad de Mvezo (suroeste de Sudáfrica). El 12 de noviembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó utilizar la fecha de su cumpleaños para recordar la contribución del ex Presidente de Sudáfrica a la cultura de la paz y de la libertad.
En la resolución que dictó la ONU para fijar este día, se reconocen sus servicios prestados a la humanidad, entre los que se encuentran la resolución de conflictos, el fomento de las relaciones interraciales, la igualdad entre géneros y los derechos de los niños, entre otros.
Por ello, cada 18 de julio, la ONU invita a todo el mundo a celebrar el Día Internacional de Nelson Mandela contribuyendo con pequeños gestos en sus propias comunidades para propiciar cambios. En este sentido, tanto la web de la ONU como la de la Fundación Nelson Mandela facilitan un listado de acciones que se pueden llevar a cabo para propiciar el cambio.
Para difundir dicha iniciativa la Fundación ha puesto a disposición de los ciudadanos en su cuenta de twitter (@NelsonMandela) el hashtag #ActionAgainstPoverty y #MandelaDay con el que se puede compartir las buenas acciones llevadas a cabo.
Las opciones que se proponen son muchas y variadas: puedes cortar el césped en un hogar de ancianos u hospicio, investigar un problema sobre el que te gustaría obtener información y compartir tus hallazgos en redes sociales, aprender primeros auxilios o donar sangre, entre muchas otras.
No sabemos si Mandela ayudó a alguien a encontrar trabajo o si colaboró con alguna perrera. Lo que sí sabemos es que el activista sudafricano fue protagonista de situaciones tan dispares como la lucha armada, la entrada en la cárcel, su aparición ante la ONU e incluso un Premio Nobel de la Paz.
De sus 95 años, 67 de ellos los dedicó al servicio a la humanidad y casi treinta estuvo en prisión.
¿Por qué Mandela pasó 27 años en prisión?
Con tan sólo 26 años, Mandela creó la Liga Juvenil del Congreso Nacional Africano (CNA), formación que luchaba principalmente por otorgar derecho de voto a los africanos negros y mestizos.
Para ello se puso en marcha la Campaña «Defiance», en la cual Mandela tuvo un papel importante. La iniciativa defendía la desobediencia civil contra las leyes injustas del apartheid (conjunto de medidas que discriminaban a la mayoría negra) en Sudáfrica. Tras su implicación en dicho cometido fue acusado de traición en 1956.
Más tarde, el trágico episodio del 21 de marzo de 1960 hizo que Mandela se decantara por la lucha armada. Ese día el CNA organizó una manifestación masiva en la localidad de Sharpeville (próxima a la ciudad de Vereeniging). Ante esta situación la policía del Partido Nacionalista, que gobernaba entonces, decidió abrir fuego contra los atacantes: 69 personas perdieron la vida y 200 resultaron heridas.
Tras lo ocurrido, el partido de Mandela quedó censurado y él pasó a la clandestinidad. Al año siguiente encabezó la formación del movimiento armado del CNA, Punta de Lanza de la Nación, y organizó atentados bomba contra el Gobierno durante un mes y medio.
Mientras tanto, Mandela decidió viajar a otras partes de África y Europa para buscar respaldos internacionales, pero en 1962 lo condenaron a 5 años de cárcel por salida ilícita del país e incitar a la huelga. Dos años más tarde lo acusaron de alta traición y al mismo tiempo a cadena perpetua, junto a otros dirigentes del CNA.
Durante sus años en prisión, la crispación de la población creció en torno a los propulsores de las medidas del apartheid. Mientras tanto el partido de Mandela inició las negociaciones con el gobierno que permitieron, junto con las presiones internacionales contra el apartheid, la liberación del activista sudafricano en 1990.
El primer presidente negro de Sudáfrica: Nelson Mandela
Cinco meses más tarde de su salida de prisión, Mandela, también conocido como Madiba en referencia a su tribu, pronunció su primer discurso en el Comité Especial contra el Apartheid en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York. Durante su intervención expresó que los crímenes del apartheid quedarán siempre «como una mancha indeleble en la historia de la humanidad».
A raíz de su liberación y de su participación en la ONU, se legalizaron todos los partidos políticos, incluidos aquellos que defendían la igualdad racial. Esto le llevó a ganar las primeras elecciones democráticas en 1994. Un año antes ya había recibido el Premio Nobel de la Paz.
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