Un niño de apenas 11 años, llamado Matheus Macedo Campos, falleció el pasado domingo por la tarde tras recibir una descarga eléctrica mientras usaba un teléfono móvil que cargaba en su casa, de la región brasileña de Pará. Fue rescatado y trasladado al Hospital, pero no pudo sobrevivir a un paro cardiorrespiratorio.
El accidente ocurrió a alrededor de las 2 de la tarde en la casa familiar del joven, cuando jugaba con el dispositivo en compañía de cuatro primos. Ese día estuvo lloviendo en la ciudad durante al menos 12 horas, y durante la noche hubo relámpagos
«Estaban jugando con sus celulares. Todo fue muy rápido. Tuvo un cortocircuito, creo que estaban usando un adaptador para cargar los dispositivos en el mismo enchufe, pero fue solo él quien recibió la descarga», dijo la abuela de Matheus, según informa el medio local Globo.
Edimara, prima de Matheus, dijo que el niño jugaba con sus primos en el porche de la casa. Estaba tirado en el suelo, sobre una toalla cuando recibió la descarga eléctrica.
Según sucedió, llamaron a emergencias, pero la familia decidió llevarlo al hospital en su propio coche. De camino hacia allí, encontraron la ambulancia, y lo cambiaron de vehículo para trasladarlo.
En ese momento ya había sufrido un paro cardiorrespiratorio. Recibió maniobras de reanimación y su corazón volvió a latir. Al llegar al hospital, el niño tuvo una parada más e, incluso después de nuevos intentos de reanimación, no reaccionó más y terminó falleciendo.
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