La epidemióloga, Miriam Aguilera, manifestó que no se pueden introducir vacunas de manera clandestina al país porque esto corta la cadena de inmunización de la Secretaría de Salud.
Alrededor del mundo se han registrado hechos donde personas e instituciones sin escrúpulos tratan de introducir vacunas de manera anormal a los países.
El Gobierno de México detectó ayer un lote de vacunas falsas sputnikv, provenientes de Rusia, gracias a la pronta respuesta de las autoridades estas vacunas fueron decomisadas y destruidas.
Personas sin escrúpulos, para suplir sus intereses personales, a Honduras han querido introducir vacunas no certificadas y con la cadena de frío inadecuada.
“No podemos introducir al país una vacuna de manera clandestina porque no se sabe si tiene las condiciones de almacenamiento, no se sabe su origen, podría ser una vacuna falsa”, expresó.
“Esto pone en riesgo a la población, pero también afecta nuestras coberturas de vacunación, tenemos que tener coberturas arriba del 80 por ciento para cortar la cadena de transmisión de este virus, pero si hay personas que están haciendo esto de manera clandestina, entonces las coberturas no van a ser como la Secretaría de Salud nos los diga”, manifestó.
“El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) es quien tiene que decirnos qué coberturas tenemos en el país”, indicó.
Advirtió que si las personas no se vacunan por medio de la Secretaría de Salud, esos datos no van a la institución y se va a tener una falsa inmunización.
Vencimientos
Aguilera explicó que la aplicación de esta vacuna no es tan sencilla y que debe realizarse con responsabilidad.
“Las vacunas tienen su tiempo de duración, después de abrir un frasco se tienen 6 horas para descartar esa vacuna, ese frasco trae 10 dosis, si no se pudo coordinar, las personas no llegaron, hubo problemas y sobraron 2 dosis, después de las 6 horas hay que descartarla”, mencionó.
“Si esa vacuna viene para ser comercializada nadie va a descartar esa vacuna, lo que se constituye en un gran riesgo para la población”, concluyó.
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