Los ministros de Sanidad del G7, que reúne a los siete países más poderos, han calificado a la variante de Ómicron como la “mayor amenaza actual para la salud pública mundial”. Los ministros han asegurado que la aparición de esta variante demuestra que es “más importante que nunca” que los países “cooperen estrechamente”.
Este mensaje apunta en la misma dirección apuntada por el consejero médico del Gobierno británico, Chris Whitty, quien ha anticipado la rápida propagación de la variante es “una amenaza muy seria” y que lo peor está aún por venir, especialmente después de las fiestas de Navidad.
Autoridades británicas, que actualmente presiden el grupo del G7, dijeron en un comunicado que “es más importante que nunca compartir datos” entre países. Los ministros del G7, que representan a los Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón, así como al Reino Unido, subrayaron la importancia del acceso equitativo a los diagnósticos, la secuenciación del genoma, las vacunas y el tratamiento para contrarrestar la amenaza de la variante.
El Instituto Robert Koch, el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, ha señalado a través de su página web que durante las últimas 24 horas se han confirmado 50.968 positivos y 437 fallecidos, lo que eleva los totales a 6.721.375 y 107.639, respectivamente.
Reino Unido, nuevo récord
Por su parte, el Reino Unido alcanzó este jueves por segundo día consecutivo el máximo número de contagios diarios de coronavirus desde el inicio de la pandemia, con 88.376 casos, unos 10.000 más que el miércoles. El Gobierno británico notificó asimismo 146 muertes por covid-19 en 24 horas, aunque el número de decesos ha descendido un 6 % en los últimos siete días. Las hospitalizaciones han subido un 8,6 % en el mismo periodo
El consejero médico del Gobierno del Reino Unido, Chris Whitty, ha advertido de que la rápida expansión de la variante ómicron hace prever que los récords en las cifras “van a ser batidos en muchas ocasiones durante las próximas semanas”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha impuesto desde esta semana en Inglaterra el uso de mascarillas en espacios interiores y la presentación de un certificado covid para acceder a discotecas y grandes eventos, pero descarta por el momento nuevas restricciones.
El Gobierno no “quiere tomar decisiones por ustedes sobre su vida social”, respondió hoy a los medios Johnson al ser cuestionado por la necesidad de reducir los contactos en los días previos a las festividades navideñas. “Lo que decimos es que la gente debe ser cautelosa y reflexionar sobre sus actividades en el periodo previo a las Navidades. Nadie quiere coger la ómicron, sentirse mal y verse obligado a aislarse”, dijo.
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