Millones de estadounidenses decidieron viajar en avión y automóvil antes del Día de Acción de Gracias a pesar del riesgo de agravar más la pandemia de coronavirus, ignorando las advertencias cada vez más serias de las autoridades para que permanecieran en sus hogares y limitaran sus reuniones a los miembros de su vivienda.
Aquellos que tomaron vuelos fueron testigos de un panorama diferente en los aeropuertos de la nación durante el que tradicionalmente es uno de los periodos de viajes más agitados del año: se colocaron barreras de plexiglás frente a las estaciones de entrega de documentos de identificación, había sitios de pruebas rápidas dentro de las terminales, y se entregaba un papel en el que se les solicitaba a los pasajeros colocarse en cuarentena cuando llegaran a su destino.
Si bien el número de estadounidenses que viajaron vía aérea en los últimos días ha sido mucho menor respecto a la misma época del año pasado, muchos siguieron adelante con sus planes para celebrar el feriado en medio de un fuerte aumento de muertes, hospitalizaciones y casos confirmados de coronavirus en todo Estados Unidos.
Muchas personas estaban cansadas de más de ocho meses de cumplir con las medidas de distanciamiento social y se sentían decididas a pasar tiempo con sus familiares.
“Creo que con las festividades (navideñas) y todo, es muy importante ahora mismo, sobre todo porque la gente está tan desanimada debido a toda la pandemia”, comentó Cassidy Zerkle, de 25 años, quien viajó de Phoenix a Kansas City, Missouri, para visitar a su familia.
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