Más de 90 personas murieron en más de 40 localidades de Myanmar, en la jornada más letal y masiva de protestas contra el golpe de Estado y en la que el Ejército hizo una exhibición de su poder al celebrarse allí el día de las Fuerzas Armadas.
La cifra exacta de fallecidos es difícil de precisar por la falta de información oficial y los cortes en las comunicaciones que imponen las autoridades militares para intentar mitigar las manifestaciones.
Un recuento emitido por un investigador independiente en Yangón, la ciudad más grande del país, que estuvo recopilando información desde el golpe habla de 93 muertos, mientras que el portal de noticias Myanmar Now menciona 91.
Estas cifras implican que solo en las últimas horas habrían muerto el equivalente a una tercera parte del total aproximado de 320 fallecidos desde el inicio de las protestas prodemocracia registrados ayer por la G local Asociación de Ayuda a los Presos Políticos (AAPP).
El país asiático vive sumido en una profunda crisis desde que los militares depusieron al Gobierno civil de Aung San Suu Kyi en un golpe el 1 de febrero, tras el que se desencadenó una gran revuelta para pedir el retorno de la democracia.
La violenta represión de las fuerzas de seguridad coincidió con el desfile militar que se organiza cada año con motivo del día de las Fuerzas Armadas.
Miles de soldados, tanques, misiles y helicópteros se sucedieron en una gran explanada frente a los generales y sus escasos invitados, entre ellos las delegaciones rusas y chinas, países que no condenaron el golpe, informó la agencia de noticias AFP.
El líder de la junta, el general Min Aung Hlaing, volvió a defender el golpe debido al presunto fraude en las elecciones de noviembre, en las que venció el partido de Aung San Suu Kyi, y prometió ceder el poder tras unas nuevas elecciones.
A pesar de esa exhibición de fuerza, a media jornada, la violencia había estallado en todo el país.
COMENTARIOS