El científico hondureño Marco Tulio Medina, comentó hoy que una eventual liberación temporal de patentes de la vacuna contra el COVID-19 beneficiará al país y a la humanidad entera.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, propuso la suspensión de las patentes de fabricación de las vacunas contra el coronavirus.
Además, unos 80 países encabezados por India y Sudáfrica pidieron a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que respalde la iniciativa para suspender las patentes de AstraZeneca, Pfizer y Johnson y Johnson , entre otras.
La suspensión del Acuerdo Sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio significaría en la práctica que las fórmulas de fabricación de los distintos fármacos contra el COVID-19 pueden copiarse libremente, sin necesidad de compensar por ello a las productoras originales. Las patentes tienen una vigencia de 20 años por lo general.
Medina dijo que “yo he estado involucrado con los grupos de investigación de la Universidad de Los Angeles, en la producción de una patente que fue introducida a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y a la Oficina de Patentes de los Estados Unidos, en el caso nuestro, esas regalías fueron donadas a las universidades”.
“En lo que correspondió a mi parte, el 50% de las regalías lo doné a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Los que trabajamos en las investigaciones sabemos que los procesos son costosos y que requieren un incentivo económico después de una inversión dada”, explicó.
“Pero en este momento estamos en una situación totalmente diferente, en el que si todos no estamos incluidos nadie estará libre de la posibilidad de infectarse”, advirtió.
“Tenemos que sumarnos a esa campaña para que todos los hondureños y la humanidad entera tengan acceso a la vacuna en este momento de emergencia y esto no se trata de violar la propiedad intelectual”, subrayó.
“De manera, que esta suspensión de las patentes es correcta, en el sentido que permite que haya una multiplicidad de lugares alrededor del mundo donde se pueda producir la vacuna, llámese México, Cuba, Brasil o Argentina”, dijo.
“Nosotros somos parte de ese mismo ferrocarril llamado humanidad. Ahora estamos hablando de solidaridad humana o planetaria para que la vacuna sea más accesible para todos para que podamos salir de esta pesadilla”, enfatizó.
“Si uno de los métodos puede ser la liberación de patentes de las vacunas contra el COVID-19 pues bienvenido sea”, afirmó el ex decano de Medicina de la UNAH.
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