Tegucigalpa, 7 de diciembre. El presidente Juan Orlando Hernández resaltó hoy, en la ceremonia de ascensos a oficiales y graduación de cadetes de las distintas academias militares de Honduras, el papel desempeñado por las Fuerzas Armadas durante la pandemia deccovid-19 y las tormentas Eta y Iota.
En la ceremonia, realizada en la Academia Militar Francisco Morazán, acompañaron al presidente Hernández el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Tito Livio Moreno; el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva Herrera; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rolando Argueta, y el ministro de Defensa, Fredy Santiago Díaz Zelaya, entre otras autoridades civiles y militares.
Hernández agradeció la entrega de los graduados en los últimos cuatro años y reconoció que la culminación de sus estudios representa un importante apoyo para Honduras.
«Hoy es propicio compartir con los oficiales la diferencia entre un sueño cumplido y otro que no se convierte en realidad; un sueño cumplido requiere sudor, determinación y trabajo duro, y eso es lo que ustedes han demostrado en estos cuatro años», expresó el mandatario.
Comentó que hoy la República de Honduras los recibe como oficiales “y como servidor público me siento honrado de ser parte de este momento, un momento que igual es de sus familias y de quienes les han formado».
Hernández los invitó para que todo lo que ha sido esfuerzo y estudio lo sigan practicando a lo largo de su carrera porque Honduras lo necesita hoy más que nunca.
No estamos derrotados
El gobernante aceptó que «este año ha sido nefasto y nos han golpeado tres eventos de grandes dimensiones, la pandemia y los dos fenómenos naturales”, pero a la vez aseguró: “Estamos duramente golpeados, pero no estamos derrotados».
El titular del Ejecutivo afirmó: «Hoy quiero que Honduras sepa por qué nos comprometimos a respaldar a nuestras Fuerzas Armadas; no teníamos ni helicópteros, pero lo que hoy hicieron los pilotos, los navales, los soldados de infantería, durante la pandemia y luego con las tormentas tropicales, haciendo rescates, llevando alimentos, eso no se había visto nunca y fue la operación logística más grande en la historia de este país».
Recordó que «en 2012 dije que quería trabajar para que Honduras dejara de ser el país más violento del mundo, y si no hubiésemos fortalecido a las Fuerzas Armadas, además de tomar otras acciones, no se habría logrado el objetivo de salir de ese ranking nefasto de países más peligrosos del mundo».
De casi 90 muertes por cada 100 mil habitantes, este año se va a cerrar en menos de 37, y eso no se logra con suerte, o por arte de magia, “se logra porque allí han estado nuestros soldados y son personas comprometidas a trabajar en favor del país», enfatizó Hernández.
Añadió que «de eso trata, de tener instituciones fuertes y ser disciplinados en ejecutar los planes para ayudar al país a salir adelante».
El beneficio de la macroeconomía
El presidente Hernández reafirmó que Honduras en los últimos años ha tenido su macroeconomía en orden, y aunque muchos criticaban que “con eso no se comía”, hoy se puede decir que ese será uno de los puntos importantes para la reconstrucción del país.
«En menos de 33 días tenemos una hoja de ruta para reconstruir a Honduras”, dijo, y afirmó que “el haber tenido un país ordenado en la macroeconomía servirá ahora para poder entender que esa disciplina y ese orden ayudarán a Honduras más que a cualquier país de la región para poder salir adelante».
Explicó Hernández que luego de su reciente gira por Estados Unidos, donde explicó a los multilaterales los problemas ocasionados por la pandemia y ahora los fenómenos naturales Iota y Eta, “se reconoce que esa disciplina con la macroeconomía ha sido importante para poder acceder a la asistencia de los organismos internacionales”.
También Hernández aseguró que «ha sido un gran trabajo el del sistema nacional de emergencias, trabajando todas las entidades, bomberos, Policía, Ejército, Cruz Roja, como uno solo, y eso denota que este es un pueblo que tiene una institucionalidad fuerte para trabajar durante las emergencias».
Agradeció a todas las delegaciones que han venido a ayudar a Honduras “y les decimos que aquí está un pueblo que ha sido golpeado, pero que no se quedará derrotado, y en esta situación tenemos a Fuerzas Armadas que es parte de lo que estamos haciendo en la etapa de reconstrucción».
Hernández igual recordó sus palabras para cada uno de los que recibieron insignias, porque además de sentirse honrado de formar parte de la graduación les solicitó que no olviden su razón de ser, el servicio a la patria y a sus ciudadanos.
«Sean valientes, únanse y hagan cada quien su parte para entregar una mejor Honduras de la que hemos recibido. Fuerza oficiales, ánimo, y siempre cuenten con nosotros para apoyarles», concluyó.
Hombres y mujeres de honor
El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Tito Livio Moreno, destacó que asistía a los actos “con alegría y esperanza porque estos 153 elementos vienen a fortalecer las capacidades de las Fuerzas Armadas”.
“En los tiempos que vivimos se hace necesaria una formación académica completa y estos jóvenes la tienen y es un momento trascendental en sus vidas y más porque los han forjado como hombres y mujeres de honor», señaló.
Expresó que «estos cuatro años han servido para fortalecer sus espíritus, y en ese momento pasaron a formar parte de la familia de las Fuerzas Armadas de Honduras, y hoy están comprometidos a defender al país, salvaguardar al pueblo y mantener el Estado de Derecho».
El ministro de Defensa, Fredy Santiago Díaz Zelaya, manifestó que «este es un momento crucial en la historia de Honduras para reconstruir a Honduras; se necesitan hombres con valores y hoy somos testigos de este importante acto, en el que 153 cadetes logran graduarse para servir a Honduras y a los países de Guatemala, Nicaragua, El Salvador y China».
Indicó que «las Fuerzas Armadas es una entidad con hombres y mujeres nacidos del pueblo, dispuestos a servir al país, como ya se ha demostrado durante la pandemia y luego con los fenómenos naturales».
La ceremonia se realizó bajo estrictas medidas de bioseguridad y en la misma se efectuó la respectiva revista de tropas, así como la imposición de insignias de grado y entrega de títulos y reconocimientos al personal graduado 149 oficiales cadetes de Honduras y cuatro (uno por país) de Nicaragua, Guatemala, El Salvador y China-Taiwán.
Del mismo modo, se efectuó la entrega de presentes a los graduandos distinguidos, así como la entrega de medalla y diploma O’Higgins Riquelme y la Medalla Mariscal Hermes.
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