Oslo, Noruega. Funcionarios talibanes viajarán a Noruega del 23 al 25 de enero para celebrar reuniones centradas en la crítica situación humanitaria y de derechos humanos en Afganistán, en su primera visita conocida a Occidente desde que volvieron al poder.
La delegación de los talibanes se encontrará en Oslo con altos funcionarios de Noruega pero también de otros países aliados y representantes de la sociedad civil afgana, informó este viernes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega en un comunicado.
El ministerio precisó que Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Alemania, Italia y la Unión Europea estarán representados.
«Estamos extremadamente preocupados por la grave situación humanitaria en Afganistán donde millones de personas se enfrentan a un desastre humanitario de gran magnitud», declaró la ministra de Relaciones Exteriores, Anniken Huitfeldt, en el comunicado.
La funcionaria agregó que «para poder ayudar a la población civil en Afganistán es esencial que la comunidad internacional y que los afganos de distintas entidades de la sociedad inicien un diálogo con los talibanes».
La situación humanitaria en Afganistán ha dado un giro dramático desde agosto pasado con la llegada al poder de los talibanes, que se encuentran con las arcas casi vacías tras su conquista relámpago del país.
La delegación de los talibanes estará encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Amir Khan Muttaqi.
La visita «abrirá la vía a discusiones, reuniones y acuerdos con los países de la Unión Europea», declaró a la AFP el portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid.
También se discutirá con funcionarios de Washington sobre «cuestiones pendientes», como la liberación de fondos afganos, añadió.
No es un «reconocimiento»
La ayuda internacional, que financiaba casi el 80% del presupuesto afgano, se detuvo repentinamente, y Estados Unidos también congeló 9.500 millones de dólares en activos del Banco Central afgano.
El hambre amenaza hoy a 23 millones de afganos, es decir un 55% de la población, según la ONU, que pidió 4.400 millones de dólares en ayuda de países donantes para enfrentar la crisis humanitaria en Afganistán.
Huitfeldt destacó que los encuentros «no constituyen una legitimación o un reconocimiento de los talibanes» y que Noruega será clara sobre su defensa de la educación de las niñas y el respeto a los derechos humanos.
«Pero debemos hablar con las autoridades que dirigen de facto el país. No podemos dejar que la situación política conduzca a un desastre humanitario aún más grave», subrayó.
Aunque la Unión Europea anunció el jueves que restablecería una «presencia mínima» de su personal en Kabul para facilitar la entrega de ayuda humanitaria en Afganistán, ningún país ha reconocido aún al gobierno talibán.
La comunidad internacional está a la espera, no obstante, de ver cómo los fundamentalistas islamistas gobiernan Afganistán, tras haber pisoteado ampliamente los derechos humanos durante su primer mandato, entre 1996 y 2001.
Los talibanes aseguran haberse modernizado, pero las mujeres siguen estando excluidas en gran medida de los empleos públicos y las escuelas secundarias para niñas siguen cerradas en su mayoría.
Además, también está previsto que la delegación de los talibanes se reúna en Oslo con mujeres, periodistas y activistas en temas de derechos humanos, económicos, sociales y políticos, dijo el ministerio noruego, sin dar nombres.
Varios países, entre ellos Pakistán, Rusia, China, Turquía, Emiratos Árabes Unidos e Irán, conservaron sus embajadas en Kabul tras la victoria de los talibanes, sin reconocer aún su gobierno.
Los diplomáticos occidentales comenzaron a evacuar a su personal en el primer semestre de 2021, cuando las tropas estadounidenses iniciaron su retirada definitiva de Afganistán, que terminó a finales de agosto con la caótica evacuación de 120.000 personas./AFP.
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