Tegucigalpa. 2 de septiembre- El canciller de Honduras, Lisandro Rosales, llamó hoy a construir alianzas que permitan a los organismos financieros internacionales crear rutas y mecanismos para apoyar los países de la región que enfrentan una presión fiscal producto de la reducción de ingresos e incremento del gasto debido a la pandemia de covid-19.
Rosales inauguró el Panel Migración y Recuperación Socioeconómica que se desarrolló en el marco de la II Conferencia Internacional de Migración que convocó el Gobierno de Honduras y que contó con la participación de delegaciones oficiales de 16 países del continente americano.
En el evento virtual participaron los ministros de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Rodolfo Solano Quirós; El Salvador, Alexandra Hill; Guatemala, Pedro Brolo Vila, y de Nicaragua, Denis Moncada Colindres, y los vicecancilleres de México, Maximiliano Reyes; República Dominicana, Jatzel Román, y de Panamá, Erika Mouynes; además, se contó con la disertación del director del Centro de Migración y Estabilidad Económica, Creative Associates, Manuel Orozco.
El canciller hondureño llamó a sus homólogos a crear una ruta común que genere esperanza a millones de personas que están enfrentando esta pandemia.
“Es difícil plantearse un escenario con una economía debilitada y pretender instituciones fuertes; hoy es el momento de aprovechar esta tragedia humana causada por la pandemia y plantearnos una ruta común que nos permita hacer tangible la esperanza de millones de personas que ahora ven un oscuro panorama”, expresó.
Aseguró que la banca tiene un rol categórico en el desarrollo económico de nuestros países y se debe generar una política monetaria expansiva mediante la reducción de las tasas de interés que permita aumentar la liquidez de las empresas y sirva para nuevos proyectos que generen empleo y crecimiento; esta debe ser la ruta común hacia la reconstrucción social y económica.
Solidaridad
Rosales indicó que son tiempos difíciles, que demandan mayor entrega en el servicio a los ciudadanos y un análisis consecuente con el impacto en nuestra salud y los riesgos socioeconómicos, en el presente y futuro, derivados de la pandemia por covid-19, que enfrentamos todos.
“Nuestro común también debe ser la solidaridad, pero entendiendo que no es una demanda de los países con mayores problemas sociales, es una respuesta urgente para construir sociedades fuertes y prosperas. La pandemia nos permite entender que no estamos solos en el mundo, lo que ocurra a uno afecta a todos”, manifestó.
Consideró que “la pandemia desnudó nuestras debilidades, la vulnerabilidad humana, pero también ha despertado la solidaridad en esta lucha por sobrevivir; en ese sentido, es necesario aprovechar este efecto para construir soluciones viables que generen prosperidad para la región y eviten la migración de nuestros ciudadanos.
“Pensemos como región; como una sola nación y generemos ideas, herramientas y soluciones que nos ayuden a retomar el camino de la prosperidad para todos que nos ayude a disminuir las causas de la migración, y que ya no sea una necesidad, sino una decisión basada en un derecho como seres humanos”, expresó.
No retroceder
El canciller hondureño manifestó su preocupación porque la migración se sitúa en uno de los escenarios de riesgo; los pronósticos de contracción económica se están cumpliendo y evidencian su efecto en la reducción de empleos con el cierre de empresas y en consecuencia masas de personas que buscan una oportunidad.
Indicó que teniendo en cuenta que Honduras es un país de paso de droga, el Gobierno ha establecido alianzas que permitan abordar esta crisis desde la responsabilidad compartida pero diferenciada con otras naciones.
Los esfuerzos de los últimos seis años han permitido reducir en un 40 por ciento la tasa de homicidios, en comparación a las cifras registradas antes de que el presidente Juan Orlando Hernández asumiera la administración del país, declaró.
“Hemos invertido recursos para atender la seguridad, pero hoy vemos con preocupación que muchos de estos programas que nos han ayudado a reducir la violencia podrían entrar en riesgo”, manifestó.
En ese sentido llamó a no retroceder en lo que Honduras ha avanzado como nación en la lucha contra el narcotráfico, maras y pandillas, pobreza, desigualdad e inseguridad.
Derecho humano
Rosales recordó que la movilidad humana es un derecho inherente al ser humano y cada vez son más personas que se trasladan de un lugar a otro con diferentes estatus migratorio motivados por causas políticas, socioeconómicas, culturales, familiares, ambientales o violencia generalizada.
Asimismo, llamó a afianzar las acciones comunes en contra de quienes, aprovechando la necesidad de las personas, hacen de la migración irregular un despiadado y cruel negocio; debe prevalecer el respeto a los derechos humanos de los migrantes, y con base en esta premisa asumir la responsabilidad compartida como países expulsores, receptores o de paso.
“Se nos plantean nuevos retos y estamos obligados a generar esperanza, priorizar la vida de las personas por encima de cualquier circunstancia, sin importar su estatus migratorio, raza, color, religión; que este encuentro propicie y consolide los esfuerzos comunes en busca de un mundo más solidario y sensible ante el sufrimiento de los demás”, expresó.
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