Los líderes mundiales se reunieron virtualmente el martes para la Asamblea General de las Naciones Unidas. El histórico 75 aniversario de la ONU fue eclipsado por hombres fuertes, relaciones deterioradas y una sensación de intensificación de la crisis internacional.
La cumbre se vio obligada a realizarse en línea este año debido a la pandemia y las regulaciones de cuarentena de 14 días en Nueva York.
El covid-19 apareció con fuerza durante el primer día del evento. En lugar de reunirse en persona, funcionarios de la ONU, presidentes y primeros ministros enviaron discursos pregrabados para conmemorar la ocasión.
El secretario general de la ONU, António Guterres, llamó a la crisis de salud «nuestro propio momento 1945», una referencia a la Segunda Guerra Mundial. Y describió al covid-19 como «un virus tóxico que sacude los cimientos democráticos en muchos países».
Las declaraciones de Guterres tocaron sobre el aumento de la pobreza global y las relaciones diplomáticas fracturadas. Y advirtieron sobre el enfrentamiento cada vez más amargo entre China y Estados Unidos, cuya relación diplomática, dijo, se estaba moviendo «en una dirección muy peligrosa».
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