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La anatomía y la fisionomía de estos animales se ha desarrollado adaptándose a las inclemencias climatológicas típicas de las regiones en las que habitan; su pelaje es muy adecuado para lugares con vientos fuertes, lluvias y temperaturas frías.
Este pelaje es de doble capa; una externa que es aceitosa y permite que la lluvia se deslice, y una interna que cubre el cuerpo. Usan sus cuernos a modo de pala y esto les permite buscar alimentos, incluso cuando hay nieve en el suelo.
El pelo de los terneros, luce suave como el de algunos perros, y la longitud que tiene dibuja texturas de aspecto lanoso y cálido; además, sin los cuernos lucen totalmente inofensivos.
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