(Con información de AFP/ y EuropaPress) Los jefes de Estado y de gobierno de los países de la Unión Europea celebrarán una cumbre presencial en Bruselas el 25 de mayo para discutir sobre la pandemia de coronavirus, la lucha contra el cambio climático y las tensiones con Rusia, anunció un vocero del Consejo Europeo.
Varias reuniones recientes al máximo nivel de la organización supranacional se realizaron mediante videoconferencia a raíz de la pandemia, pero la oficina de Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, destacó este viernes que la cumbre de mayo se realizará de manera presencial.
Uno de los temas prioritarios de la agenda deberá ser el estado actual de las campañas de vacunación contra el covid-19 en los 27 países de la UE, y la posible emisión de un certificado sanitario de aceptación general en el bloque, también conocido como pasaporte sanitario.
Los líderes también abordarán el debate estratégico sobre Rusia, un asunto que fue desplazado de la agenda del pasado Consejo Europeo de marzo, aduciendo falta de confidencialidad en el formato de videoconferencia. En los últimos meses han crecido los frentes con Moscú, con la situación del opositor ruso Alexei Navalny, el despliegue militar en la frontera de Ucrania y la crisis diplomática con República Checa como grandes puntos de fricción.
Las declaraciones de Moscú y Bruselas han trascendido los temas particulares, al punto que el Alto Representante de la UE para las Relaciones Exteriores, Josep Borrell, dijo en marzo que Rusia está tomando “una ruta autoritaria preocupante” que lo “desconecta aún más” del bloque.
El canciller ruso, Sergei Lavrov, advirtió por su parte en febrero que el país está listo para romper relaciones con la UE si este le impone sanciones que perjudiquen su economía.
Frente a un Kremlin cada vez más decidido a alejarse de los estándares comunitarios, la UE tendrá ante sí el reto de marcar el rumbo a seguir en las relaciones y decidir si el camino pasa por aumentar las sanciones, línea que ha tomado Washington desde la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.
En lo que resultó una acción indirecta relacionada a las relaciones entre Bruselas y Moscú, el gobierno del presidente Biden le pidió en marzo a todas las empresas que participan en la construcción del gasoducto Nord Stream 2 que abandonen “inmediatamente” el proyecto, destinado a suministrar gas ruso a Alemania, bajo riesgo de ser sancionadas.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, consideró que Nord Stream 2 es un “mal acuerdo” para Alemania, Ucrania y el resto de Europa Central y del Este.
Además de la relación con Rusia, los líderes europeos abordarán también la cuestión climática justo en un momento en el que Estados Unidos ha dado un nuevo impulso con su vuelta al Acuerdo de París y la UE, por su parte, ha fijado por primera vez en una ley su compromiso con alcanzar la neutralidad climática a mitad de siglo.
El acuerdo alcanzado entre los Estados miembros y el Parlamento Europeo incluye también el objetivo intermedio de reducir un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en comparación con los niveles registrados en 1990.
Este mismo jueves, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, participó en la Cumbre de Líderes por el Clima convocada por Biden y durante su intervención solicitó a los líderes internacionales que no deje sola a la UE en su reto de conseguir una economía libre de emisiones en 2050.
COMENTARIOS