Tegucigalpa, 20 jun (EFE).- La crisis económica de Honduras, que se ha agudizado con la pandemia de COVID-19, podría provocar una caída de hasta el 50 % de la recaudación tributaria en 2020 y un mayor endeudamiento del país para financiar en parte el gasto público, alertó el economista hondureño Ismael Zepeda.
El confinamiento y el parón de la actividad económica han provocado «un corte profundo en los ingresos de las familias y las empresas y, por ende, repercuten en los impuestos y los ingresos del Estado», dijo Zepeda a Efe durante una entrevista virtual.
Los ingresos de Honduras por recaudación fiscal hasta mayo pasado disminuyeron un 21,9 %, lo que supone 9.667,7 millones de lempiras (388,2 millones de dólares) menos con relación al Presupuesto (1.098 millones de dólares), según cifras de la Secretaría de Finanzas.
Zepeda, economista del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras, vaticinó una caída de hasta el 50 % de la recaudación de impuestos para 2020, cuya meta establecida era de 110.021 millones de lempiras (4.418 millones de dólares).
El país podría dejar de recibir «entre 50.000 y 55.000 millones de lempiras» (entre 2.008 y 2.208 millones de dólares) durante 2020 debido al COVID-19, que ya ha provocado más de 11.200 contagios y más 300 de muertes en Honduras, enfatizó.
DEUDA PÚBLICA, LA VÍA FÁCIL
Ante la caída de los ingresos por el coronavirus, Zepeda considera que lo «más lógico» es que el Gobierno hondureño haga «ciertos sacrificios en el gasto público», por ejemplo, una reducción salarial de altos funcionarios o recorte de trabajadores.
Destacó además la importancia de realizar «una reingeniería» al sector público, ya que los gobiernos han aumentado los gastos creando en algunos casos instituciones que cumplen dualidad de funciones, como la existencia, actualmente, de la Secretaría de Derechos Humanos y el Comisionado Nacional de Derechos Humanos.
Sin embargo, el Gobierno hondureño, que preside Juan Orlando Hernández, quien se está ingresado luego de anunciar el martes que ha contraído el coronavirus, lo mismo que su esposa, Ana García, ha tomado «la vía más fácil, el endeudamiento».
«La vía fácil para sostener toda esa burocracia y algunas acciones y actividades relacionadas al combate de COVID-19, se ha tomado la deuda como un ingreso ahora casi mayoritario», enfatizó.
El Parlamento hondureño aprobó en abril un decreto que autoriza a la Secretaría de Finanzas a contratar de manera directa préstamos hasta por 2.500 millones de dólares entre 2020 y 2021, en el contexto de la emergencia sanitaria por la pandemia.
Esa cifra supone «más deuda de lo que ya el Presupuesto establece» como techo de endeudamiento del país, hasta 35.000 millones de lempiras (1.405 millones de dólares), señaló el economista.
PAGO DE LA DEUDA
La deuda externa hondureña alcanzó los 9.740,8 millones de dólares entre enero y abril de este año, lo que supone un alza de 8,1 % respecto al mismo periodo de 2019, según cifras oficiales.
Para honrar la deuda pública, el Gobierno podría aplicar «más impuestos», que afectan especialmente a los más pobres, realizar una «mayor persecución fiscal» o un nuevo régimen como la Facturación Electrónica, señaló Zepeda.
Otra opción de Honduras para hacer frente a su endeudamiento, pero «la más peligrosa», es reducir lo destinado a los sectores de educación y salud, así como programas de asistencia social, añadió.
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