De acuerdo con investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las granjas de animales exóticos en el sur de China son la fuente más probable de la pandemia del COVID-19 que se ha propagado por todo el mundo.
Así lo explicó Peter Daszak, ecologista de enfermedades de EcoHealth Alliance y miembro de la delegación que la OMS envió al gigante asiático para identificar los orígenes que desataron el virus SARS-CoV-2, en una entrevista con la radio de Estados Unidos NPR.
Daszak dijo que la investigación encontró nueva evidencia de que estas granjas de vida silvestre estaban suministrando animales a los vendedores en el mercado mayorista de mariscos de Huanan en Wuhan, donde fueron identificados los primeros casos reportados de COVID-19.
De acuerdo con el investigador la respuesta del gobierno chino fue otro indicio que los llevó a estas conclusiones, pues para ellos las granjas eran la vía más probable para que un coronavirus propio de los murciélagos llegaran desde el sur de China a contagiar humanos en Wuhan.
Esas granjas de vida silvestre, incluidas las de la región de Yunnan, son parte de un proyecto único que el gobierno chino ha estado promoviendo durante 20 años.
“Toman animales exóticos, como civetas, puercoespines, pangolines, perros mapaches y ratas bambú, y los crían en cautiverio”, dice Daszak.
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