El equipo de expertos enviados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a China para investigar el origen del coronavirus ha determinado que el SARS-CoV-2 tiene su origen en el reino animal y que «no hay evidencia» de que hubiera contagios antes de diciembre de 2019, cuando comenzó la alerta en la ciudad de Wuhan.
El equipo llegó el pasado 14 de enero a Wuhan, considerado el epicentro de la pandemia de Covid que ha puesto en jaque al mundo entero. Tras dos semanas de cuarentena, los investigadores de la OMS visitaron diversos lugares clave en sus pesquisas como el mercado mayorista de mariscos de Huanan, donde se ubica el primer brote de contagios reconocido en los datos oficiales. También visitaron el Instituto de Virología de Wuhan, que estudia las propiedades de los distintos virus que pueblan la tierra y que participa en la investigación de coronavirus, y al que muchas teorías apuntan como el verdadero origen de la pandemia.
Según sus conclusiones, presentadas este martes en rueda de prensa desde Wuhan, todavía no es posible determinar cómo se introdujo el virus de la COVID-19 en el mercado de Huanan, pero aseguran que estaba ya circulando por otros puntos de la ciudad en esas fechas. En cualquier caso, los expertos han rechazado que las autoridades chinas tuvieran conocimiento de casos de contagio previos al anuncio oficial a finales del año 2019.
Peter Ben Embarek, especialista en seguridad alimentaria y enfermedades animales de la OMS y presidente del equipo de investigación en Wuhan, ha reconocido que la misión no ha sido disruptiva en cuanto a la opinión de la OMS sobre los orígenes del coronavirus: «Vinimos aquí con dos objetivos: uno, averiguar qué ocurrió al principio de la pandemia. Nos hemos centrado en intentar comprender lo que ocurrió durante ese periodo. Paralelamente, también nos embarcamos en tratar de entender cómo sucedió, cómo surgió el virus, cómo saltó a la población humana. ¿Cambiamos radicalmente la imagen que teníamos de antemano? Creo que no», ha admitido.
Sin embargo, ha puntualizado que se han añadido «detalles cruciales» a esta explicación. «No hemos encontrado pruebas de grandes brotes que pudieran vincularse antes de diciembre en Wuhan. También podemos estar de acuerdo en que encontramos una circulación más amplia del virus en Wuhan en diciembre, no solo limitada al mercado de Huanan», ha establecido.
Así, el experto ha explicado que la OMS baraja «cuatro hipótesis» sobre cómo el virus del COVID-19 saltó a los humanos. En primer lugar, el salto directo de un animal a un humano; la segunda, del murciélago y a través de especies animales intermediarias, con un segundo animal involucrado que sea «potencialmente más cercano a los humanos en el que el virus se adapta fácilmente y salta a los humanos».
La tercera teoría, que también ha sido defendida por Liang Wannian, jefe del panel de expertos COVID-19 del Ministerio de Salud chino, es la posibilidad de que los productos congelados actúen como superficie de transmisión del virus a la población humana o vías de transmisión relacionadas con la alimentación. El experto chino ha realizado esta argumentación para sugerir que el virus pudo ser importado a China desde otras zonas del mundo, un hecho que tampoco ha descartado Embarek completamente. «Nuestros hallazgos iniciales sugieren que la vía del animal intermedio es la más probable y la que requerirá más estudios más específicos», ha señalado, aunque reconociendo la validez de que el virus podría haberse transmitido por la vía de la cadena de frío.
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